Un grupo de investigadores acaba de publicar un mapa de Marte que demoró más de diez años en hacerse, y que con la ayuda del orbitador Mars Express de la Agencia Espacial Europea y del Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA, logró colocar en relieve los lugares del actual suelo marciano que alguna vez tuvieron agua.
“Creo que colectivamente hemos simplificado Marte demasiado”, dijo en un comunicado el científico planetario del Institut d’Astrophysique Spatiale de París John Carter, autor principal del artículo que acaba de ser publicado en la revista Icarus.
Antes de este trabajo, los científicos solo conocían unas 1000 formaciones rocosas en Marte que contuviesen minerales hidratados. Pero el nuevo mapa revela cientos de miles de dichos sedimentos. “Este trabajo acaba de establecer que cuando estudias con detalle terrenos antiguos, no ver estos minerales es en realidad una rareza en sí misma”, dijo Carter.
Los minerales acuosos se pueden encontrar en rocas que fueron alteradas químicamente por el agua en el pasado y, por lo general, se acabaron convirtiendo en arcillas y sales. Cuando pequeñas cantidades de agua interactúan con las rocas, permanecen relativamente sin cambios y retienen los mismos minerales que se encuentran en las rocas volcánicas originales. Pero si con estas rocas interactúan grandes cantidades de agua, entonces los elementos solubles son disueltos por el agua, dejando atrás arcillas ricas en aluminio.