En el mundo científico, la formulación matemática conocida como “ley del fuego de la vida” se refiere a la energía mínima que deben consumir los organismos vivientes para existir.
Ahora, un científico de la Universidad de Chile presenta una predicción relacionada con la esperanza de vida de acuerdo con el metabolismo.
“El descubrimiento en concreto es que todos los organismos vivientes, desde los más sencillos como las amebas hasta grandes mamíferos como elefantes o la ballena azul, consumen a lo largo de su vida aproximadamente la misma cantidad de energía por gramo que lo constituye, pero solamente tras corregir dicho consumo por temperatura y por el número de latidos en cada ciclo respiratorio”, señala Andrés Escala.
De acuerdo con el también científico de la Universidad de Yale, esto quiere decir que todas las especies deben vivir aproximadamente lo mismo en términos de sus ciclos respiratorios. A este número de ciclos que tienen en común todos los organismos vivientes se le conoce como “el número de la vida”.
“Esto contrasta con que en términos de tiempo absoluto, la vida en el mundo animal sobre la tierra se extiende desde menos de un día (vida adulta de algunas moscas como la efímera) a cientos de años (ciertas tortugas como las de las galápagos)”, agrega Escala.
El astrofísico destacó que estudiar la relación entre el número de ciclos respiratorios a lo largo de la vida y los subproductos del proceso respiratorio debería entregar “grandes pistas” sobre el origen del envejecimiento y la razón física a nivel molecular de la muerte natural.
Consumo de energía
En 2019, el científico chileno publicó un artículo donde corregía la formulación matemática de la ley del “fuego de la vida”, conocida también como ley de Kleiber.
Según este nuevo estudio, a lo largo de su vida un ser vivo debe consumir (a una temperatura de 30 grados Centígrados) cerca de 8,000 mililitros de oxígeno.
Esto es por gramo que constituye al organismo y por latido en cada ciclo respiratorio, que en términos energéticos equivale a que cada gramo consume cerca de 160,000 joules.
“Una de las ventajas de la fórmula encontrada para el consumo energético de los seres vivos a lo largo de su existencia es que se puede estimar cuánto subiría el consumo energético de los organismos vivos a medida que sube la temperatura de la tierra, importante en contexto del calentamiento global actual”, explica Escala.
“Por ejemplo, en el caso de los organismos de ‘sangre fría’ como reptiles, insectos o peces, su consumo energético subiría 8.3 por ciento por cada grado Celsius que suba la temperatura en la tierra”.
Los resultados de esta investigación se pueden encontrar bajo el nombre “Relación universal para el consumo de energía a lo largo de la vida en los organismos vivos: perspectivas para la comprensión del origen del envejecimiento” en la revista Scientific Reports.