La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA) anunció su programa Robust Optical Clock Network (ROCkN), cuyo fin sería la construcción de un reloj atómico ultrapreciso lo suficientemente compacto como para caber en el interior de un avión militar.
Esto resulta clave, ya que en las operaciones militares se requiere una precisión de nanosegundos para que las naves sean capaces de disparar armas a gran velocidad y a distancias extremas.
En este escenario, un pequeño error podría hacer que el misil no alcance su objetivo. Por lo mismo, los relojes atómicos pueden ofrecer una solución al permitir que las unidades de campo digan la hora con un alto nivel de precisión.
Si bien los relojes atómicos ópticos suelen ser máquinas grandes y complejas, el proyecto de DARPA busca hacerlos más pequeños y ligeros para que se puedan llevar en vehículos militares e incluso satélites.
“El objetivo es que los relojes atómicos ópticos pasen de las elaboradas configuraciones de laboratorio a versiones pequeñas y robustas que puedan funcionar fuera del laboratorio”, explicó Tatjana Curcic, directora del programa en la Oficina de Ciencias de la Defensa de DARPA.
“Si tenemos éxito, estos relojes ópticos proporcionarían un aumento de 100 veces en la precisión, o una disminución del error de cronometraje, sobre los relojes atómicos de microondas existentes, y demostrarían una mejora en la precisión de cronometraje de nanosegundos de unas pocas horas a un mes”.
De acuerdo con los investigadores, esta tecnología también podría resultar útil en el campo de la exploración espacial.