Bobby Kotick, CEO de Activision Blizzard, le habría comunicado a la mesa directiva que su renuncia es una posibilidad si no se solucionan rápido los problemas dentro de la cultura de trabajo de la compañía y sus estudios.
Un reportaje de The Wall Street Journal revela que Kotick se habría mostrado proclive a la idea de dejar su cargo en una reciente reunión de altos ejecutivos de Activision Blizzard. Además, en esa junta se le hizo saber a Bobby Kotick que algunos trabajadores esperan que el CEO renuncie sin demora.
Sin embargo, los planes por ahora son mantenerse en el puesto y aplicar todas las medidas necesarias para terminar con la cultura de acoso que salió a la luz hace unos meses gracias a denuncias de empleados.
Mientras tanto, Activision lanzó un comunicado en el que anuncian la creación de un “comité de responsabilidad en el lugar de trabajo”, cuyo objetivo no es otro que “asegurar la implementación de iniciativas para terminar con el acoso y la discriminación”. Este comité estará compuesto por Reveta Bowers y Dawn Ostroff, dos directoras de Activision —las únicas de la mesa— que recibirán reportes directamente de Bobby Kotick respecto a las medidas que se toman.
La creación de este comité ocurre justo después de que la mesa de directores de Activision diera su respaldo total a Bobby Kotick. Y no es para menos: lejos de las denuncias, la empresa ha tenido un crecimiento estable y sostenido durante las últimas décadas, en las que ha estado a cargo del cuestionado CEO. Por lo tanto, parece difícil que esto tenga consecuencias más amplias para Kotick mientras los problemas no se traduzcan en pérdidas grandes para los accionistas.
Pese a lo anterior, hay señales que podrían ser al menos de preocupación para Activision Blizzard, luego de que tanto Jim Ryan como Phil Spencer, ambos máximos responsables de PlayStation y Xbox, respectivamente, hayan dicho que miran de cerca lo que sucede con Blizzard y que evalúan la relación con la compañía.