Antes de Spotify y iTunes, una de las maneras más populares de acceder a la música era descargarla por internet. Si tienes alrededor de 30 años o más, es probable que recuerdas haber descargado contenido en MP3 por medio de softwares como Napster o Ares, para luego exportar tu playlist a un reproductor y escuchar música camino a otro lugar. Este popular formato hoy cumple 26 años.
El MP3 llegó oficialmente el 14 de julio de 1995; reemplazó al casete, al CD y revolucionó por completo la industria musical. Su aparición cambió la manera en que se distribuía y consumía música para siempre, e incluso en la actualidad sigue siendo uno de los formatos más utilizados por quienes no utilizan los servicios de streaming.
La creación del formato MPEG-1 Audio Layer III —más conocido como MP3— se le atribuye a Karlheinz Brandenburg. El ingeniero eléctrico y director del Instituto Fraunhofer IIS hasta 2019 formó parte del grupo que le dio el nombre al códec, Moving Picture Experts Group (MPEG).
Este formato de compresión de audio con pérdida se hizo popular porque podía contener grandes cantidades de datos sin un deterioro proporcional en la calidad. Básicamente, permitía guardar una extensa cantidad canciones, incluso centenares, en un solo dispositivo, y como eran archivos de un menor tamaño, eran fáciles de transferir.
Los reproductores de casete y CD personales, si bien eran portátiles, eran de gran tamaño, pero los de MP3 eran pequeños y realmente cabían en el bolsillo, como el iPod. Además, en general, los formatos físicos de música no eran baratos, y el MP3 era de fácil acceso y gratuito. No entregaba una calidad de audio impresionante como las que hay en la actualidad, pero sí era medianamente decente y agradable de escuchar.
De cierta forma, el MP3 llegó a su fin el 23 de abril de 2017. Ese día, el Instituto Fraunhofer IIS terminó el programa de licencias del MP3 después de más de dos décadas de existencia. “Hay códecs de audio más eficientes con funciones avanzadas disponibles actualmente”, dice el comunicado. En efecto, el AAC (Advanced Audio Coding) —sucesor del MP3— es considerado el formato predeterminado para los servicios de streaming de música como Spotify, iTunes y YouTube Music.
Por otro lado, tenemos a Tidal, que se especializa en ofrecer una calidad de audio superior. La idea es que lo que escuches suene tal cual como fue grabado el contenido y como el artista quería que sonara. Para eso, esta plataforma utiliza un códec de audio llamado MQA (Master Quality Authenticated), que ofrece audio en alta resolución en formato FLAC o WAV (el de los CD).
Con los avances tecnológicos, claramente la calidad de audio del formato MP3 se ha quedado atrás según los estándares modernos. Sin embargo, el impacto de este códec de audio fue tan potente que marcó el inicio de la música en la era digital. Expandió la piratería, afectó las compañías discográficas, originó las redes P2P (entre pares) para intercambiar contenido en formato digital y contribuyó a la manera en que escuchamos la música hoy: con los servicios de streaming. Es por eso que el popular MP3 nunca pasará de moda.