Luego de anunciar su nueva arquitectura ARMv9 hace poco tiempo, ARM presentó los chips que un futuro no tan lejano potenciarán los teléfonos más populares.
Se trata de los procesadores Cortex-X2, Cortex-A710 y Cortex-A510, más las GPU Mali-G710, G510 y G310. Pero antes de entrar en detalle, es bueno saber que estos chips son los que componen un procesador Snapdragon, que usualmente combinan un chip de mayor potencia como el Cortex-X2, uno orientado a la eficiencia como el Cortex-A510 y una GPU como cualquier Mali. Todo esto va soldado dentro de un solo SoC (System-on-a-Chip), que hace que el teléfono funcione.
Ahora bien, el nuevo chip de alto rendimiento de ARM es el Cortex-X2, que promete 16 por ciento de aumento de rendimiento respecto a la versión de generación anterior, el Cortex-X1. Cabe mencionar que un procesador como el Snapdragon 888 —el de mayor potencia a la fecha— incluye un Cortex-X1, por lo tanto, el nuevo Cortex-X2 estará presente en equipos de gama alta.
El segundo chip es el Cortex-A710, un sucesor del anterior A78. Según ARM, esta CPU está diseñada para balancear rendimiento y eficiencia; el aumento respecto a su antecesor es de 10 por ciento, a la vez que es 30 por ciento más eficiente, aspecto siempre importante si se trata de teléfonos: la batería debe durar un tiempo aceptable.
Y por último, está el Cortex-A510. Se trata de un chip de bajo consumo dentro de la arquitectura de ARM que debería entregar entre 35 y 50 por ciento de rendimiento sobre la versión anterior. Lo llamativo de este CPU es que está orientado a equipos de gama baja y que viene a reemplazar al Cortex-A55, un diseño de 2017 que no tuvo sucesor hasta ahora.
Junto a todos estos procesadores, ARM también presentó las nuevas GPU Mali —el otro componente importante dentro de un SoC— en tres versiones. La G710 está dirigida a teléfonos potentes y de gama alta, y ofrecerá 20 por ciento de mayor rendimiento, así como 20 por ciento extra de eficiencia respecto a los diseños anteriores. Las Mali G510 y G310, en cambio, apuntan a teléfonos de gama baja o a dispositivos vestibles, como relojes inteligentes.
Todos estos procesadores y GPU se enmarcan dentro de la arquitectura ARMv99, y según la compañía los procesadores Snapdragon que combinen estos en alguna configuración deberían, en promedio, aumentar su rendimiento y su eficiencia 30 por ciento aproximadamente.
Sin embargo, teléfonos o incluso computadoras tipo Chromebook con estos SoC no se verán hasta 2022.