Una investigación publicada en la revista Nature revela el caso de un hombre con parálisis (del cuello para abajo) que pudo adquirir la capacidad de teclear al pensar en la escritura mediante una interfaz de cerebro-computadora experimental.
La causa de la parálisis de este paciente se debe a una lesión en la médula espinal sufrida en 2007. Nueve años después se incorporaría al proyecto de investigación de la Universidad de Stanford y el Instituto Médico Howard Hughes.
Luego de varios años de desarrollo, el hombre pudo usar el dispositivo para escribir hasta 18 palabras por minuto cuando está conectado al sistema, con una precisión de 94 por ciento en cada letra.
Una vez que los encargados incorporaron la autocorrección al programa, la precisión llegó a 99 por ciento.
“También podemos imaginar que lo utilice alguien que haya tenido una lesión en la médula espinal y quiera utilizar el correo electrónico”, explica el neurocirujano Jaimie Henderson. “O, por ejemplo, un programador informático que quiera volver a trabajar”.
¿Cómo funciona?
El dispositivo usa dos sensores llamados conjuntos de microelectrodos colocados cerca del lóbulo que se utiliza para escribir a mano, justo debajo de la superficie del cerebro. Las matrices podrían medir las señales de unas 100 neuronas.
El equipo a cargo pidió al hombre que imaginara que escribía cada letra a mano mientras la computadora monitorizaba la actividad de su cerebro. Esto entrenó al programa para reconocer la actividad neuronal diferente de cada letra.
Así, con el tiempo pudo practicar la escritura de palabras y frases, mientras los científicos hacían preguntas para que las respondiera.
Este dispositivo aún no es un prototipo, además tiene que recalibrarse una vez a la semana, pero es un avance notable según uno de los científicos a cargo.