A medida que la carrera se intensifica para hacer avanzar la tecnología de motores eléctricos y baterías, en un esfuerzo por reducir los costos de vuelo y alejarse de combustibles fósiles, tres icónicas compañías en este campo se han unido para desarrollar un avión de pasajeros impulsado por un motor híbrido eléctrico.
Airbus, Rolls-Royce y Siemens han llamado a este proyecto el E-Fan X, y su propósito es reemplazar uno de los cuatro motores de turbina de gas en un avión de pasajeros e instalar un motor eléctrico, para un vuelo de prueba de corta distancia que se llevaría a cabo en el 2020. Si tiene éxito, un segundo motor de turbina impulsado por gas sería también intercambiado, tal y como informa Reuters.
«Vemos la propulsión híbrida eléctrica como una tecnología atractiva para el futuro de la aviación», asgura Paul Eremenko, Director de Tecnología de Airbus, en un comunicado de prensa.
El siguiente gran paso en este proyecto lo llevará a cabo el fabricante alemán Siemens, que trabajará en el desarrollo de un motor de dos megavatios para tomar energía de un nuevo generador Rolls-Royce. Según se explicó, la potencia es comparable a aproximadamente siete veces la salida máxima de un Tesla Model S.
Airbus había señalado previamente que un avión regional de corto recorrido capaz de transportar alrededor de 100 personas necesitaría una potencia combinada de unos 20 megavatios.
Basados en estas especificaciones, en el desarrollo del programa E-Fan X, Rolls-Royce desarrollará el motor de turbina de gas y un generador de dos megavatios. Siemens creará el motor eléctrico de dos megavatios debajo del ala, y Airbus asumirá la responsabilidad de la integración del sistema, incluyendo la manera en la que funcionará con los controles de vuelo.
Los objetivos ambientales de la Comisión Europea para la industria del transporte aéreo para el año 2050 incluyen una reducción del 75% en las emisiones de dióxido de carbono, una reducción del 90% en los óxidos de nitrógeno y una reducción del 65% en la contaminación acústica. Las tres compañías dijeron que estas ambiciones no se pueden cumplir con las tecnologías actuales, y que por eso la propulsión híbrida es la solución más prometedora.