Este domingo, se llevó a cabo el lanzamiento de la misión Transporter-1, de SpaceX, con el que la compañía logra imponer un nuevo récord al lanzar 143 satélites a órbita con un solo cohete: el Falcon 9 (en 2017, el cohete PSLV de India estableció el récord anterior con 104 satélites).
Además, este lanzamiento también marcó el debut orbital de Sherpa-FX, un vehículo de transferencia satelital fabricado y administrado por Spaceflight Inc.
El cargamento incluyó satélites y vehículos de clientes comerciales y gubernamentales, como satélites de monitoreo de radio de HawkEye 360; un CubeSat de la NASA, que probará un sistema de propulsión de agua; y un contenedor de la compañía Celestis, que lleva los restos cremados de los seres queridos fallecidos de sus clientes.
Spaceflight también colocó el satélite iQPS-2 o Izanami para un despliegue por separado.
Otras cargas útiles fueron: 36 satélites de SuperDove, 17 satélites para la red de Internet de las cosas de Kepler Communications, nueve cargas para la misión Eyries-1 de Nanoracks y 30 satélites para Exolaunch.
Como dato curioso, 36 de los satélites en esa lista fueron construidos por Swarm Technologies y no son más grandes que una rebanada de pan. Además, SpaceX lanzó 10 satélites para su propia constelación de internet de banda ancha, Starlink.
La misión Transporter-1 forma parte del programa Smallsat Rideshare Program, de SpaceX, que busca reducir la complejidad y el costo del acceso al espacio. El precio por enviar 200 kilogramos a una órbita sincrónica con el Sol es de 1 millón de dólares, unos $5,000 dólares por kilo, lo cual resulta atractivo para las grandes empresas y el gobierno.