El gran sueño de Elon Musk y en realidad de toda la raza humana es encontrar un lugar en el universo para poder asentarse una vez que la Tierra se desvanezca tras la contaminación humana o por el calentamiento global o por el choque de un gran meteorito.
Lo cierto es que el dueño de Tesla ya aventuró que planea colocar una colonia autosustentable en Marte y por estos días se descubrió una curiosidad aún mejor.
Resulta que un tuitero indagó en las condiciones de contrato del servicio de internet de SpaceX, Starlink, y en éstas se encontraba un principio legal que hablaba del autogobierno en el Planeta Rojo.
«Denominada ‘Leyes que rigen’, la sección establece que SpaceX no cumplirá con las leyes internacionales más allá de la Tierra y la Luna, sino que adoptará principios de autogobierno ‘establecidos de buena fe'», comenta la noticia recogida por el Daily Mail.
En concreto, la sección establece que el servicio de Starlink en la Tierra y la Luna se regirá por las leyes establecidas por el estado de California, pero en Marte u otras naves espaciales de colonización, no reconocerá la autoridad o soberanía de ningún gobierno con base en la Tierra.
De esta manera, Elon Musk se quiere convertir en unos años más en amo y señor en tierras marcianas, quizás en el primer emperador en esos suelos rojos y dejar establecido que ninguna autoridad terrestre podrá contradecirlo en sus deseos.
No creo que estemos vivos para ver ese extraño y trascendental momento.