Un equipo internacional de más de 1,300 astrónomos de todo el mundo presentó —la que aseguran es— la primera “foto familiar” de un grupo de agujeros negros, imagen que da nuevas pistas sobre cómo se forman estas entidades espaciales.
Los expertos realizaron un intenso análisis basados en las ondas gravitacionales detectadas más recientemente y en la teoría de la relatividad de Einstein.
Hay que decir que en septiembre de 2015 se confirmó la primera detección directa de una onda gravitacional, que es una especie de eco de una gran colisión.
De acuerdo con el diario español ABC, esta primera detección fue histórica porque inauguró una era en la que los astrónomos pueden rastrear el universo a través de estos ecos gravitacionales.
En el reciente estudio, los astrofísicos buscaron parejas de estrellas de neutrones y agujeros negros, cuya fusión puede detectarse y dar mucha información sobre su naturaleza.
Los fenómenos fueron detectados por el Observatorio de ondas gravitacionales de interferometría láser (LIGO) de la National Science Foundation de Estados Unidos, que cuenta con dos interferómetros de 4 kilómetros interferómetros y por VIRGO, un detector de 3 kilómetros de largo emplazado en Italia.
En apenas seis meses, el equipo detectó un total 39 eventos que se suman a 11 que habían sido captados anteriormente, elevando a 50 las detecciones de ondas gravitacionales.
“La astronomía de ondas gravitacionales es revolucionaria: nos revela la vida oculta de los agujeros negros y de las estrellas de neutrones”, dijo Christopher Berry, autor del estudio internacional. “En solo cinco años hemos pasado de no saber que existen los agujeros negros binarios a tener un catálogo de más de 40. La tercera ejecución de observación ha arrojado más descubrimientos que nunca. Combinarlos con descubrimientos anteriores pinta una hermosa imagen de la rica variedad del universo de binarios”, agregó.