Cuánto más picante, mejor. El chile, pimiento o ají (dependiendo del lugar en que se consuma) es uno de los alimentos preferidos en algunos países hispanoamericanos como México.
En cambio, otras naciones los prefieren más suaves y hacen todo lo posible para evitar la quemadura de la capsaicina, el compuesto que le da sabor a los chiles.
Para ayudar a unos y otros, científicos tailandeses desarrollaron un dispositivo portátil —con la caprichosa y adecuada forma de un chile— que permite saber cuánta capsaicina contiene un pimiento antes de morderlo. El equipo puede conectarse a un teléfono para mostrar los resultados del análisis.
Los investigadores revelaron sus resultados en ACS Applied Nano Materials.
El profesor Warakorn Limbut, de la Universidad Prince of Sonkla, y sus colegas quisieron desarrollar un método simple, preciso y económico para cuantificar el contenido de capsaicina de los chiles.
Cómo funciona
El dispositivo posee en su interior un sensor electroquímico, basado en papel, y unas nanoplaquetas de grafeno dopadas con átomos de nitrógeno para mejorar su conductividad eléctrica.
Cuando los investigadores agregaron una gota de capsaicina diluida al sensor, el compuesto experimentó reacciones de oxidación y reducción, produciendo una corriente eléctrica que el dispositivo detectó.
Después de optimizar el sensor, los investigadores lo utilizaron para determinar las concentraciones de capsaicina en seis muestras de chile seco. El dispositivo midió con precisión las concentraciones de capsaicina en las seis muestras.
Además de brindar un sabor picante, la capsaicina de los chiles poseen importantes beneficios para la salud, que incluyen propiedades antioxidantes, anticancerígenas y antiinflamatorias.
Por esta razón, está aumentando la demanda de capsaicina como aditivo alimentario y agente farmacéutico.