Ante la necesidad y el deseo de jugar videojuegos, un grupo de jóvenes cubanos creó la Street Network (SNet), una rudimentaria red privada de interconexión que permitió que miles de habitantes de la isla estuvieran en línea ante la imposibilidad de conectarse a Internet.
Los jóvenes fueron encadenando sus computadores con cables o aparatos de transmisión que no se vendían en su país. Esta gran red se fue conectando hasta enlazar a cerca de 40 mil personas y estructurar así la administración de la Street Network.
Por lo mismo, el surgimiento de la SNet fue subversivo y comunitario, una respuesta colectiva ante las rigurosas medidas adoptadas por el gobierno cubano.
Y fue tanto el éxito, que esta red alcanzó a funcionar durante una década “bajo tolerancia oficial” de las autoridades.
Los usuarios utilizaban la SNet para jugar videojuegos, consultar diccionarios, enciclopedias médicas, antivirus, o mirar series de televisión y películas. Todo esto circulaba de manera informal, y sin acceder a la internet tradicional.
La SNet era administrada por voluntarios que se encargaban de que no se compartiera información sensible a través de la red, como pornografía, discriminación y ofensas. Tampoco se podía hablar de religión o política.
La idea era que el gobierno supiera de su existencia, pero sin verse con motivos para cancelarlos. Los usuarios, en tanto, pagaban cerca de un dólar para que se pudiera financiar esta tecnología.
¿Qué pasó con la SNet?
El fin de la SNet revolucionaria y comunitaria comenzó con una serie de decretos del Ministerio de Comunicaciones que prohibían la instalación y el colgado de cables de una calle a otra.
De esta forma, los administradores de la Street Network enfrentaron el dilema de desaparecer o ser absorbidos por el gobierno. Eligieron lo segundo.
Ahora, la red ya ha perdido su aspecto casero y también la calidad del servicio que ofrecía como red independiente. Para muchos, este internet alternativo parece sucumbir en medio de la negligencia y el desinterés de las autoridades.
Parte importante de esto se ha debido a la crisis sanitaria. El sitio administrado por el estado sigue siendo defectuoso; de hecho, partes de las plataformas originales no han migrado a los servidores oficiales.
Así, los ex administradores de la SNet parecen estar ante el fin de la revolucionaria iniciativa que ellos impulsaron.
“En cierto modo, el estado fue el gran ganador”, dice José Javier Mena Mustelier, ex usuario de esta red para un reportaje de Rest of World.