Una empresa de tecnología de China, con vínculos militares y de inteligencia del gigante asiático, tiene a su disposición los datos personales de 2.4 millones de personas de todo el mundo, según revelaron analistas informáticos.
Se trata de Zhenhua Data, una compañía con sede en Shenzhen, una ciudad del sureste de China, que recopiló la información a partir de datos públicos, como perfiles de redes sociales, de acuerdo a Internet 2.0, una consultora de ciberseguridad con sede en Canberra.
La consultora pudo recuperar los registros de unas 250,000 personas del conjunto de datos filtrados, entre ellos, unos 52,000 estadounidenses, 35,000 australianos y cerca de 10,000 británicos.
La nómina incluye a políticos, como los primeros ministros Boris Johnson y Scott Morrison y sus parientes, la familia real, celebridades y figuras militares, consignó de The Guardian, que recogió la información publicada el lunes 14 de septiembre por medios como Australian Financial Review y Daily Telegraph.
Operaciones de influencia
La Base de datos de información clave en el extranjero (OKIDB, por sus siglas en inglés) fue filtrada por el académico estadounidense Christopher Balding, que anteriormente residía en Shenzhen, pero registró a Estados Unidos por motivos de seguridad.
Balding compartió los datos con Internet 2.0 para su recuperación y análisis, y además publicó un documento con el investigador de seguridad Robert Potter, donde hacen una revisión del documento.
Si bien la mayor parte de la información podría haber sido extraída de las redes sociales u otras fuentes de acceso público, entre el 10 y 20 por ciento parece no provenir de ninguna fuente pública de información, consigna The Register.
En su documento conjunto, Balding y Potter tampoco descartan la piratería como una fuente de los datos, aunque reconocen que tampoco tienen evidencias en ese sentido. «Un propósito fundamental parece ser la guerra de información», afirmaron en su documento.
Balding asegura que la información estaba dirigida a personas e instituciones influyentes en una variedad de industrias. “Desde la política hasta el crimen organizado o la tecnología y el mundo académico, por nombrar algunos”, dijo el académico.
Según Balding, profesor asociado de la Universidad Fulbright de Vietnam, el objetivo es permitir que se realicen operaciones contra personas prominentes e influyentes fuera de China.
Potter dijo que las fuentes de los datos incluían Twitter, Facebook, Crunchbase y LinkedIn.
Integración de datos
La compañía china aseguró a The Guardian que el informe es “muy falso”, porque la base de datos está compuesta por información pública que está disponible en internet. “No recopilamos datos. Esta es solo una integración de datos”, dijo una portavoz de la compañía.
“Nuestro modelo de negocio y nuestros socios son nuestros secretos comerciales. No hay una base de datos de 2 millones de personas”, enfatizó la representante, que negó cualquier vínculo con el gobierno o ejército chinos.
Anne-Marie Brady, una investigadora veterana de China y profesora de la Universidad de Canterbury en Christchurch, dijo a The Guardian que “lo inusual de este descubrimiento es el uso de big data y la subcontratación a una empresa privada”.
Zac Rogers, de la Universidad Flinders en Australia del Sur, reconoció que probablemente el propósito de la base de datos haya para para operaciones del Partido Comunista Chino.
Sin embargo, advirtió que como se trata de información que se distribuyó libremente a través de Internet, podría contener errores.
“Cuando se aglomeran, estos datos abren una miríada de oportunidades para realizar actividades de influencia específicas en caso de que surja la necesidad”, detalló.
En el mismo sentido, Samantha Hoffman, afirmó que “lo que están haciendo no es tan único”, ya que también lo hacen empresas occidentales. La diferencia, apuntó, es el objetivo de la información.
“Hay una diferencia entre lo que están haciendo (empresas de tecnología occidentales) y lo que están haciendo las empresas chinas que afirman estar contribuyendo directamente a la seguridad del Estado”, comentó.