Cuando escribo artículos acerca de mis impresiones sobre algún vehículo, usualmente revelo el precio al final. Pero en esta ocasión, el costo está tan exorbitante que iniciaré mencionando que el Mercedes-Benz AMG GT 53 alcanza los $131,295 dólares. Este valor incluye algunos opcionales, sin los cuales la etiqueta bajaría hasta $99,950 dólares.
Dos cosas que hoy día no vienen en la mayoría de los autos son fragancias y masajes. Así como lo lees: el AMG GT 53 cuenta con un aroma que se distribuye a través del sistema de aire acondicionado. Por su parte, los dos asientos delanteros ofrecen masaje para la espalda y cuentan con ambientes predeterminados que dan calor y un masaje al ritmo de una suave música. Es, básicamente, un spa sobre ruedas.
Pero nadie compra un AMG GT 53 para relajarse. Por el contrario, buscas llenarte de adrenalina con sus 429 caballos de fuerza, tomando curvas a gran velocidad en un asiento que ajusta tu agarre según la dirección del giro. Este carro no se siente cómodo a velocidades bajas, ya que está diseñado para ir volando por el asfalto.
Tampoco es un auto familiar, ya que solamente cuenta con cuatro asientos tipo butaca. Es cómodo en la parte de atrás, ya que ofrece una pequeña pantalla desde donde puedes controlar la música y la luz interior, así como dos portavasos que se calientan o enfrían según el tipo de bebida y un cargador inalámbrico para el teléfono.
Tiene un solo defecto, que es mayúsculo: la pantalla principal de infoentretenimiento no es táctil y es algo que al sol de hoy es inconcebible. Para navegarla, cuenta con un pad en el centro de la consola, una característica que se torna sumamente difícil de controlar con el auto en movimiento. Es increíble que después de pagar tanto, la marca se quede corta en la función táctil.
En general, es el auto de los sueños de cualquier entusiasta de los vehículos de superlujo. Siendo sincero, existen otras opciones en el mercado en el rango de precio en el que se sitúa este AMG, pero disfruté mucho el manejo de este espécimen.
Al final del día, el costo no justifica el beneficio de un vehículo con tal valor. Es un carro para paladares exquisitos y me encantó, hasta que vi lo que cuesta.