Un escándalo sacudió a Amazon en el Reino Unido, la plataforma de ventas en línea que se vio obligada a eliminar cerca de 20,000 reseñas de productos escritas por sus principales revisores británicos.
La medida llegó tras una denuncia del diario Financial Times sobre “actividades sospechosas”, que indicaban que estos usuarios estaban obteniendo beneficios personales al publicar miles de calificaciones de cinco estrellas.
La drástica decisión afectó a siete de sus diez principales revisores del Reino Unido, entre ellos, Justin Fryer, el principal crítico en Amazon.co.uk.
Según Financial Times, solo en agosto de 2020, Fryer revisó productos por valor de 15,000 libras (cerca de $20,000 dólares), desde teléfonos inteligentes hasta scooters eléctricos y equipos de gimnasio.
El revisor dio la aprobación máxima de cinco estrellas en promedio una vez cada cuatro horas en el último mes.
Sin embargo, la mayoría de los productos eran de marcas chinas poco conocidas, identificadas por enviar productos de forma gratuita a cambio de publicaciones positivas.
La denuncia sostiene que Fryer aparentemente habría vendido muchos de los productos en eBay, ganando desde junio de 2020 cerca de 20,000 libras (unos $26,000 dólares).
Aunque borró su historial de reseñas de su perfil de Amazon, Fryer negó a Financial Times haber publicado reseñas pagadas. Sobre los productos en eBay, aseguró que se trataba de artículos «sin usar» y «sin abrir», y que estaban duplicados.
Cinco estrellas
Según Financial Times, nueve de los 10 principales revisores de Amazon en el Reino Unido tenían un comportamiento sospechoso, con un gran número de reseñas de cinco estrellas solo para productos chinos de marcas y fabricantes desconocidos.
Los mismos artículos aparecían en grupos y foros que ofrecen productos gratuitos o dinero a cambio de reseñas.
Amazon dijo que investigaría las denuncias. “Queremos que los clientes de Amazon compren con confianza sabiendo que las reseñas que leen son auténticas y relevantes”, afirmó la compañía.
Las pautas de Amazon prohíben explícitamente «crear, modificar o publicar contenido a cambio de una compensación de cualquier tipo (incluidos productos gratuitos o con descuento) o en nombre de cualquier otra persona».
Según el Financial Times, el problema había sido advertido por un usuario a comienzos de agosto de 2020, en un correo electrónico dirigido a Jeff Bezos, el CEO de Amazon.
La Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido, el organismo de control de la competencia, lanzó en mayo de 2020 una investigación sobre las tiendas en línea por reseñas «sospechosas».