Nueva versión de iOS y se repite de forma cíclica la secuencia de acontecimientos: la red se debate en intercambio de quejas, alabanzas, dramáticos problemas de batería, bugs… Lo cierto es que Apple lo ha vuelto a lograr con la nueva versión de su sistema operativo: ofrece a los usuarios la sensación de tener un iPhone nuevo mediante una simple descarga. Aunque estas actualizaciones siempre reviven la pugna entre plataformas y los fans de Android la ven como algo menor, lo cierto es que Apple da pasos más largos de lo que parece en sus medidas actualizaciones. Personalmente, iOS 13 ha supuesto, como pocas, una actualización en la que he sentido mi iPhone XR renovado.
Un salto bien medido
Los que argumentan aquello de “eso Android ya lo hacía” con cada nueva versión, habría que responderles dos cosas. La primera es que tienen razón; la segunda, que no han entendido nada del funcionamiento de Apple y su ecosistema. Vamos a extender estos argumentos: sobre lo primero, es innegable que los de Cupertino suelen llegar, por lo general, más tarde a determinadas tecnologías (modo oscuro, copiar-pegar en su día), pero también es cierto que lo hacen sin fisuras y con una ejecución sólida. El famoso “it just works” (simplemente funciona) tiene más calado que un siempre eslogan.
Y eso nos lleva al segundo argumento: Apple no lucha por ser el primero ni pierde un solo dólar de sus recursos en ello, porque su prioridad es bien diferente y consiste en hacer bien las cosas armonizando la experiencia de usuario. El fabricante californiano es consciente de la importancia de la satisfacción entre sus clientes y se dirige a un público mucho más amplio, entre los que se encuentran desde abuelos hasta early adopters. En este sentido, iOS 13 se ha mantenido fiel a la filosofía de la casa: es un salto grande, pero bien medido.
Las mejoras que se ven
Pero un nuevo sistema operativo no sería tal si el usuario no viera con sus propios ojos las mejoras. Apple las ha detallado en una extensa página dedicada a iOS 13, en la que a uno le llama la atención el alcance de esta nueva versión. Pero para no irnos por las ramas, lo primero que verá el usuario es la opción del modo oscuro: Apple ha logrado integrar este cambio cromático en el sistema de forma que no hay aristas ni retales perdidos, porque la integración es total y parece que siempre hubiera estado ahí. No te vamos a destacar ahora las ventajas del modo oscuro, pero solo te recordaremos que este esquema de colores es más descansado para la vista y consume menos batería al primar el color negro (sobre todo en pantallas OLED).
La otra gran mejora llega en forma de dos populares aplicaciones que verán disparadas sus posibilidades: Recordatorios y Notas. En definitiva, un teléfono es nuestro «cerebro de bolsillo» y todos tomamos anotaciones o establecemos recordatorios para no olvidar nada.
En iOS 13, Recordatorios estrena una interfaz mucho más intuitiva y hace suyas algunas prestaciones en software de terceros, como poder establecer un recordatorio con alerta con un par de toques o detalles de la casa, como aprovecharse de la integración de la plataforma, establecer un recordatorio basado en los mensajes que enviemos a un contacto y, por descontado, los basados en la ubicación.
Notas ha pasado a convertirse en la que potencialmente puede ser la app más usada en los iPhone: iOS 13 ofrece ahora una vista en miniatura de las notas que hará mucho más sencillo localizar una entrada en concreto, sobre todo si esta cuenta con una imagen.
Además, ahora las carpetas pueden ser compartidas, lo que facilita el trabajo colaborativo o compartir información con familiares o amigos. La última gran novedad es que Apple permite la búsqueda en documentos adjuntos, escaneados e incluso fotos, con lo que si buscas “perro” como texto, el sistema te mostrará las entradas que contengan la imagen del mejor amigo del hombre.
Las mejoras que se sienten
Pero Apple siempre se destaca por incidir más en lo que no se ve, pero se siente, en las actuaciones. En este sentido, quienes hayan actualizado habrán notado que el desbloqueo mediante Face ID es sensiblemente más rápido y es que lo es: hasta un 30 por ciento más rápido para quienes tengan un iPhone X, XR o XS, y esto se nota.
Por otro lado, el usuario percibirá una mayor sensación de control sobre su privacidad, porque lo primero que se percibe al actualizar a iOS 13 es una persistente serie de alertas sobre los permisos concedidos tanto a las conexiones Bluetooth como la localización en segundo plano. En ambas, el sistema insta a la persona a confirmar estos permisos y adereza el mensaje con datos reales, como las veces que determinada app ha ubicado al usuario en segundo plano en los últimos días.
Personalmente, fue desagradable descubrir que Carrefour Pass, una app de pago vinculada a una tarjeta, me había “seguido” en los últimos días en un trayecto que iOS ha dibujado en un mapa sin una necesidad real para ello: cancelé la ubicación, claro.
También se notará maravillosa integración del teclado de gestos y, siendo usuario de SwiftKey y Google Keyboard desde hace mucho tiempo, puedo decir que el teclado de Apple ha llegado tarde pero es mucho más preciso.
Por último, iOS 13 incorpora una peculiar aplicación de la inteligencia artificial y, en este caso, dedicada a la batería: analiza los hábitos de carga del usuario de forma que se frene la carga al 80 por ciento excepto cuando habitualmente retiremos el iPhone del cargador. ¿Qué se gana con esto? Alargar la vida de la batería de una forma limpia y sin deshacerse en autocomplacencia.
Es posible que iOS 13 deba ser pulido en muchos aspectos, pero supone un gran salto en la experiencia y posibilidades de uso de la plataforma. La firma de la manzana, además, sigue siendo fiel a sus principios, permitiendo que sea muy amplio el catálogo de iPhone que puedan ser susceptibles de actualizar. Bien jugado, Apple.