El CEO de Tesla y Space X, Elon Musk, hablando a los gobernadores de Estados Unidos este fin de semana, dijo a los líderes políticos que la inteligencia artificial representa una «amenaza existencial» para la civilización humana.
Musk aprovechó esta ocasión para nuevamente tratar de ejercer presión en su esfuerzo de alcanzar una regulación proactiva de la inteligencia artificial (IA). Según, dijo, teme que «para cuando seamos reactivos en la regulación de IA, será demasiado tarde».
En declaraciones realizadas durante la reunión de la Asociación Nacional de Gobernadores de los Estados Unidos, que se llevó a cabo en Providence, Rhode Island, Musk declaró: «Normalmente, la forma en la que se establecen las regulaciones es después de que ocurre un gran número de cosas malas, hay protestas públicas, y después de muchos años se establece una agencia reguladora para regular esa industria. Eso toma una eternidad. Eso, en el pasado, ha sido malo, pero no fue algo que representaba un riesgo fundamental para la existencia de la civilización».
Según reporta NPR, Musk también habló sobre diferentes tópicos, incluyendo fuentes de energía, su propia compañía de automóviles eléctricos, y los viajes espaciales. Pero cuando el gobernador Brian Sandoval de Nevada, en un intento de hacer una broma, preguntó si en el futuro los robots se apropiarían de los trabajos de todos, Musk respondió que «los robots harán todo, mejor que nosotros», pero dejó en claro que él pensaba que esta situación no era para tomar a la ligera y que deberíamos preocuparnos por algo que va mucho más allá que el mercado de trabajo.
«La inteligencia artificial es un riesgo existencial fundamental para la civilización humana, y no creo que la gente la aprecie plenamente», dijo Musk. Agregó que él tiene acceso a tecnología de vanguardia de IA, y que basándose en lo que ha visto, es «el problema más espantoso».
Estas declaraciones parecen contrastar en parte con su previo interés en combinar computadoras con cerebros humanos, en una fusión más estrecha entre la inteligencia biológica y la inteligencia artificial.
Como reportamos en marzo, el empresario multimillonario estaba respaldando una empresa de desarrollo de interfaces entre el cerebro y las computadoras llamada Neuralink. La empresa, que aún se encontraba en las primeras etapas de la existencia, se centra en la creación de dispositivos que se pueden implantar en el cerebro humano, con el propósito final de ayudar a los seres humanos a fusionarse con el software y mantenerse conectados al ritmo de los avances de la inteligencia artificial.
Se esperaba que una de las aplicaciones principales para este tipo de tecnología, que muchos considerarían invasiva, era la posibilidad de ayudar a mejorar la memoria o a permitir una interfaz más directa con los dispositivos informáticos.