Para muchas personas, tomarse una foto para impresionar a sus seguidores de Instagram, o cualquier otra red social, es parte de la vida moderna, pero tomar riesgos innecesarios para ese selfie perfecto no siempre es una gran idea.
Pero eso no parece importarle a una gran cantidad de personas, hambrientas por aprobación o por conseguir los codiciados “likes”. Un informe de la Royal Geographical Society esta semana sugiere que un número cada vez mayor de personas está incluso haciendo planes de viaje especiales, con el único objetivo de conseguir esa atractiva fotografía, aunque la aventura podría convertirse en una pesadilla.
Una geógrafa de la Universidad de Cambridge, Amy Donovan, quien escribió el informe, señala cómo un número cada vez mayor de personas está viajando alrededor del mundo tan pronto como se enteran de que un volcán está a punto de hacer erupción, e Islandia es un lugar especialmente popular gracias a su abundancia de actividad geológica.
Pero este llamado «turismo de volcanes» conlleva una serie de riesgos, especialmente cuando los visitantes tienen poca experiencia de cómo la actividad volcánica puede afectar el área circundante.
Mientras Donovan dice que entiende completamente el atractivo de los volcanes, también señala cómo las personas se ponen muchas veces en peligro sin saberlo, al acercarse a esta fuerza formidable de la naturaleza. “Pueden respirar el gas, escuchar los sonidos que hace la tierra. Quieren acercarse para sentir el poder de la tierra», dijo la geógrafa a la BBC.
Debería ser sentido común, pero los peligros de acercarse a un volcán en erupción -en caso de que aún no lo sepas- incluyen ser golpeados por rocas que caen o por bombas de lava; quedar rodeados de polvo y cenizas que pueden asfixiarte, o ser tumbado por humos venenosos. También existe el riesgo de quedar atrapado por los flujos de lava, algo que casi sucedió a algunas personas en Hawai a principios de este año.
Donovan sugirió que el aumento en el llamado «turismo de volcán» podría deberse en parte a la proliferación de teléfonos inteligentes y redes sociales, con personas dispuestas a hacer cualquier cosa por fotografiar o grabar videos de sí mismos en paisajes dramáticos y activos.
Y cuando las cosas van mal para los turistas que están cerca de los volcanes, por supuesto, también pone en riesgo la vida de los rescatistas, señaló Donovan. «Muchos países volcánicos activos enfrentan el dilema de querer la presencia de turistas, pero también quieren mantener a las personas seguras, lo que crea un dilema difícil. La gente rompe las normas de seguridad, y no se puede vigilar el sitio de un volcán las 24 horas, especialmente por la noche».
Pero esto no se restringe solamente a quienes quieren ese selfie perfecto, sino también a profesionales. Un equipo de producción de la BBC, junto con docenas de turistas, tuvieron una escapada afortunada del Monte Etna en Italia en el año 2017, cuando el volcán estalló repentinamente mientras el equipo estaba filmando. No hubo ninguna advertencia sobre lo que iba a suceder, pero las espectaculares imágenes de la BBC muestran claramente el pánico que se produjo cuando comenzó la erupción.
En un intento por evitar que imprudentes entusiastas de las fotos selfie estén en riesgo innecesario, las autoridades de la India han estado prohibiendo selfies en lugares turísticos populares donde ocurrieron accidentes en el pasado, como la cima de los acantilados. Eso, sin mencionar las peleas que a veces se producen por encontrar esa fotografía perfecta, o el selfie que le costó cientos de miles de dólares a una turista que destruyó una invaluable colección de obras de arte en un museo.