La generación anterior del XC60 dejó la vara bastante alta para su sucesor. Fue el modelo más vendido de Volvo durante años, y curiosamente fue ganando más compradores a medida que envejecía. Esto podrá no parecer extraño en el mundo del queso francés, pero en la industria del automóvil es toda una novedad. Por lo general, sucede exactamente al revés. El aumento en las ventas se debe a que Volvo ofrece un producto sólido y de calidad. Además, ilustra el aumento incontenible de los SUVs en los principales mercados de todo el mundo.
El nuevo modelo parece querer destacarse de sus pares de la manera en que sólo un sueco lo sabe hacer: en silencio, con control y sin alardear. Aquí no hay trucos ni pirotecnia, ni celebridades posando medio desnudas en el cofre, ni ningún registro de vuelta (siempre efímero) en esa larga, famosa y verde pista alemana que no mencionaremos.
Entrando en su segunda generación, el nuevo XC60 esta completamente renovado para el modelo año 2018. Visualmente, está en la línea del lenguaje de diseño más reciente de Volvo. Hermoso desde todos los ángulos, toma prestadas partes de estilo del XC90 —el modelo que encabezó el renacimiento de la compañía— aunque para nada es una copia exacta del mismo. Cuando se mira desde ciertos ángulos (como los tres cuartos traseros), parece una evolución de su predecesor.
El XC60 también comparte sus trenes de propulsión con sus hermanos más grandes. La paleta de colores incluye un cuatro cilindros de 2.0 litros turbo de 250 caballos de fuerza; una versión de 2.0 litros con turbo y sobrealimentador de 316 caballos; y un híbrido enchufable gasolina-eléctrico con una potencia de 400 caballos de fuerza. Llamados T5, T6 y T8, respectivamente, todas las variantes de motor vienen atornilladas a una transmisión automática de ocho velocidades y tracción total.
Para simplificar la vida de los compradores, la alineación XC60 se divide en tres niveles de acabado: Momentum, R-Design e Inscription. El rango de precios oscila entre los $41,500 y los $56,700 antes de incluir un cargo de $995 de destino.
Volvo fabrica uno de los mejores sistemas de información y entretenimiento de la industria. Sabemos que esto te suena a cliché, pero créenos: es cierto. Llamado Sensus, se muestra en una pantalla táctil orientada al conductor de 9 pulgadas, perfectamente integrada en la consola central. Es como tener un iPad pegado a tu tablero de instrumentos.
Sensus agrupa las funciones de navegación, entretenimiento y conectividad del XC60 en una única unidad y muy fácil de usar. No hay prácticamente ninguna curva de aprendizaje involucrada, porque cada menú está claramente etiquetado, y la mayoría de las funciones requieren sólo de unos pocos clics. La compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay viene de serie en todos los niveles de acabado, aunque justamente ésta es una instancia en la que no podemos entender por qué querríamos anular el sistema de infotainment nativo si funciona tan, pero tan bien.
El XC60 está también disponible con Pilot Assist, que es el nombre de la suite de Volvo a las ayudas electrónicas de conducción. Activo hasta las 80 mph, el Pilot Assist lleva la dirección, la aceleración y el frenado por su cuenta. En realidad, funciona como tal y como se anuncia. El XC60 se detiene completamente cuando es necesario, y conduce suavemente sin hacer ninguna maniobras violenta, incluso cuando hay curvas.
Por cierto: entrar en el XC60 es como entrar en una lujosa habitación de hotel en el pintoresco norte de Suecia. Cada parte de la cabina se siente bien al tacto y a la vista, desde el asombroso acabado de madera flotante en el salpicadero hasta el plástico suave en la consola central.
El Volvo XC60 2018 tiene todo lo necesario para seguir el camino abierto por su predecesor —recordemos— más vendido. Es guapo, es cómodo, es elegante, y está cargado con tecnología de uso fácil. Tomando un enfoque diferente al lujo, Volvo ha encontrado la fórmula adecuada para sacudir la jerarquía en el segmento de los SUVs compacto.