SpaceX, la empresa del millonario Elon Musk, ha confirmado que pronto comenzará sus pruebas de cohetes.
La empresa había puesto en pausa sus pruebas luego de que uno de los cohetes de su Falcon 9 explotó en medio de una operación de lanzamiento en Cabo Cañaveral, el la costa de Florida, el mes de septiembre. La explosión ocurrió durante una prueba de un cohete no tripulado.
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Según las investigaciones de SpaceX, la explosión ocurrió debido a que el recipiente de oxigeno líquido habría estallado por recibir demasiada presión. Tras reconocer y poder asilar la causa del problema, la empresa ahora está construyendo contenedores que sean más fiables.
SpaceX afirma que las nuevas pruebas comenzarán en los «próximos días» en Texas. La compañía intentará de lanzar el Falcon 9 en órbita y luego hacerlo aterrizar correctamente. Esta ha sido la primera declaración de la empresa desde que ocurrió el accidente el 1 de septiembre.
El incidente del Falcon 9 ha sido un golpe duro e inesperado para SpaceX. Sin embargo, la compañía sigue adelante en su búsqueda por crear cohetes reutilizables que sean confiables.
En mayo, SpaceX y el Gobierno de Estados Unidos anunciaron que estaban trabajando juntos para realizar la primer misión a Marte. Esto significa que la misión final de SpaceX podría ser una asociación público-privado para asegurar que la compañía esté dentro de los limites del derecho internacional.
Mientras tanto, su rival Blue Origin probó con éxito el sistema de escape de su cápsula tripulada. El objetivo de su prueba era demostrar que la cápsula tripulada se separa limpiamente del lanzado, que se aparte de su trayectoria y que vuelve a tierra con los astronautas sanos y salvos.
Esta es le quinta vez que el cohete de Blue Origin aterriza sin problemas. Todo parece bien para la empresa de Jeff Bezos, que busca convertirse en la primera en realizar vuelos suborbitales tripulados.