Corea del Sur ya es líder mundial en robótica. Lo sabemos porque el año pasado un equipo del país se hizo con el primer premio en el evento de robots de DARPA.
Pero no sólo por eso. Además, Corea del Sur se encuentra en lo alto de las listas mundiales en número de robots. Y tampoco hay que olvidar algunos robots, como Drinky, que te acompaña en tus noches de fiesta para que no bebas solo.
Relacionado: Enseñarán a los robots a sentir dolor
Por todo ello y con el objetivo de no dormirse en los laureles, Corea del Sur está pensando en invertir 500,000 millones de wones (unos 445 millones de dólares) en la industria de la robótica en los próximos cinco años, según ha revelado esta semana el Ministerio de Comercio de Corea del Sur.
Una gran parte de este dinero ayudará a impulsar los centros de I + D de las empresas para fomentar nuevos talentos y ayudar a desarrollar la tecnología robótica de última generación hasta el año 2020, según informa Yonhap News.
Asimismo, un investigación de la International Data Corporation (IDC), publicada a principios de este año sugería que la industria de la robótica a nivel mundial tendría un valor de alrededor de $135,000 millones en 2019 – casi el doble de los $71 millones de dólares generados el año pasado – y, obviamente, Corea del Sur quiere hacerse con un trozo de este suculento pastel.
«La robótica ha surgido como una nueva frontera tecnológica que dará un nuevo impulso a la industria», subraya el ministro de Comercio, Joo Hyung-hwan. «El gobierno apoyará plenamente la inversión de las empresas en investigación y desarrollo con el objetivo de ayudar a la industria a crecer como un nuevo líder en exportación», añade.
El informe de la IDC señalaba también que en el momento actual, el gasto más grande en esta tecnología proviene de la industria manufacturera, mientras que el sector de la salud prevé duplicar su inversión en los próximos tres años.
Aunque los mercados más lucrativos para las empresas de robótica de Corea del Sur son los mencionados anteriormente, también es verdad que los más creativos del país ha entretenido a las masas durante los últimos años con un arsenal de tecnología autónoma de complejidad variable.
Por ejemplo, el equipo de béisbol Hanwah Eagles instaló varios robots para reemplazar a los fans que no podían asistir a un partido y una prisión del país optó por guardias autónomos que velaran por la seguridad del establecimiento penitenciario. Y tampoco podemos los robots que mantienen la costa libre de medusas.
Sin embargo, también hay casos en los que los robots no reaccionan según lo esperado.