El sistema hace uso de un cohete de refuerzo conocido como el Raptor, una versión mejorada del Falcon 9, que conserva su diseño de uso múltiple y su propulsor de aterrizaje. La nave principal tendría la capacidad de llevar a 100 personas (aunque Musk planea llevar más), y contaría con paneles solares y propulsores adicionales, así como tanques de combustible de fibra de carbono. También se usaría una cápsula de reabastecimiento de combustible cargada con metano, reduciendo así el peso que significaría el hacerlo todo con una sola nave.
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Detallando un poco más el procedimiento, Musk ha dicho que el Raptor reforzaría la puesta en órbita de la tripulación, volviendo después a la plataforma de lanzamiento, lugar en el cual sería reabastecida de combustible, a la vez que se le acoplaría a la cápsula de reabastecimiento de combustible. Volvería a ser lanzada para encontrarse en el espacio con la nave principal, pudiendo cargarla de combustible antes de reanudar el definitivo viaje hacia Marte.
Con respecto a los plazos de este nuevo proyecto, Musk dijo que tomaría entre 40 y 100, logrando el objetivo final de la agencia de mover 1 millón de personas a Marte, estableciendo allí una ciudad autosostenible. Esto equivaldría aproximadamente a unos 10,000 vuelos de transporte de 100 a 200 persona por cada viaje. Adicionalmente, los viajes tomarían un promedio de 115 días, fluctuando entre 80 y 140 días, dependiendo de la distancia dada entre la Tierra y Marte en ese momento. Estos viajes se produciría una vez cada 26 meses durante el encuentro de la Tierra-Marte, cuando los dos planetas están más cerca entre sí.
Musk espera que los primeros vuelos de pasajeros comiencen en unos diez años (o algo más), y estima que el costo para “inscribirse” en esta aventura serían unos $200,000 por persona, una cantidad increíblemente más barata que lo que actualmente costaría enviar a alguien a Marte.
Además, Musk asegura que la nave de transporte ofrecería un montón de entretenimiento en su interior, como juegos, salas de cine y restaurantes. Con el paso del tiempo, y teniendo en cuenta los avances en la tecnología de transporte aero-espacial, Musk estima que el tiempo de viaje se podría reducir a tan sólo 30 días.
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Y una vez en Marte, ¿qué?
Pues una vez allí, los equipos esperan obtener derecho a trabajar en la construcción de colonias autosuficientes que podrían incluir todo, desde fábricas, granjas y hasta restaurantes. Lejos de lo que puede parecer, Marte es un sitio rico en recursos, los cuales incluyen depósitos de agua, hielo y minerales. Musk asegura que los colonos no tendrán que preocuparse por la falta de oportunidades de trabajo en el planeta rojo.
Si bien estos vuelos tripulados están aún a unos cuantos años de distancia, en SpaceX siguen comprometidos a envíar de una misión no tripulada a Marte en 2018, prometiendo, además, enviar una nave a Marte durante cada encuentro Tierra-Marte a partir de entonces.
Y que conste que estos viajes a Marte no son el único objetivo de este nuevo sistema de transporte interplanetario. Hay más… pero eso lo contaremos otro día.
