William Liddiard, un camionero canadiense, invirtió $60,000 de su propio bolsillo y ocho años de trabajo para desarrollar un vehículo que se mueve en cualquier dirección.
En el vídeo de prueba de su concepto pareciera que el auto estuviera deslizándose sobre una capa de hielo. El vídeo se titula (muy apropiadamente) “Usted nunca ha visto a un auto hacer esto”, y lo cierto es que es bastante raro ver el movimiento del carro, impulsado por el diseño omnidireccional de las ruedas de Liddiard.
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Hay que decir que las llamadas ruedas omnidireccionales no son algo totalmente nuevo, aunque el prototipo de Liddiard las enseña de una manera que aún no se había visto en un automóvil real. Algunos conceptos anteriores consistían en ruedas comparativamente más pequeñas escala instaladas en sillas de ruedas, en aparátos de robótica, u algún otro dispositivo de movilidad personal, según CNBC. En otras palabras: esos prototipos antiguos nunca fueron diseñados para soportar el peso de un vehículos de pasajeros.
El diseño patentado de Liddiard muestra una mayor capacidad de peso. Consiste en unos neumáticos de goma pequeños montados sobre llantas de rodillos, capaces de hacer rotar los neumáticos en perpendicular al giro normal. Las llantas son de muy bajo perfil, y no parecen lo suficientemente fuertes como para mover el coche.
Liddiard escribió un resumen ejecutivo de su invención, y describió sus ruedas como “una primicia mundial, capaz de ser integrada a casi cualquier cosa con ruedas”. Señaló además que “ya se puede conducir en todas las direcciones, y girar en cualquier sitio, cuando sea necesario”.
Las ruedas no sólo permiten que el vehículo se mueva hacia los lados, sino que también le permiten una movilidad excepcional en espacios reducidos. El vídeo de Liddiard muestra el Toyota moviéndose en todas direcciones… eso sí, casi sin ningún movimiento hacia delante o hacia atrás.
El precio estimado es mucho menor que otras aplicaciones similares: $1,500 por rueda, según lo informado por el National Post. Por supuesto, esa cantidad variará dependiendo del auto y del tamaño de las ruedas.
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En el vídeo de prueba de Liddiard vemos las ruedas del prototipo montadas en un Toyota Echo. Si los resultados son replicables en otros coches, las posibilidades de aplicación práctica de este concepto podrían hacer variar algunas cosas, sobre todo en lo relativo al diseño de caminos y estacionamientos, en los cuales todo —absolutamente todo— está hecho en función del movimiento unidireccional de las ruedas.
Liddiard espera vender el concepto a algún fabricante de automóviles, pero hasta que aquello suceda, continuará desarrollando el proyecto por su propia cuenta.