Facebook ha condenado la detención de su Vicepresidente, Diego Dzodan, por parte de la Policía Federal Brasil, considerándola como una medida “extrema y desproporcionada”
Las autoridades brasileñas detuvieron al ejecutivo el pasado martes por la mañana, todo después de Facebook decidiera no obedecer una orden judicial que afectaba a su aplicación de mensajería, WhatsApp.
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Dzodan, que se unió a la compañía de Mark Zuckerberg en junio pasado, permanece aún bajo la custodia de la policía de Sao Paulo.
Toda esta controversia se deriva de una investigación criminal de tráfico de drogas llevada a cabo por las autoridades locales en Sergipe. Como parte de la investigación, la policía obtuvo una orden judicial que exigía Facebook la entrega de datos de su aplicación de mensajería WhatsApp.
Un portavoz de la policía en Sergipe dijo que buscaron la ayuda de Facebook debido que en sus investigaciones descubrieron que varios sospechosos hacían uso de las plataformas de Messenger y WhatsApp, con el fin de comunicarse entre ellos y organizar sus crímenes.
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A pesar de que la orden fue extendida tres veces a lo largo de cuatro meses, la policía asegura que Facebook se negó de lleno a acatarla, viéndose obligados a arrestar a Dzodan.
Es más: desde hacía ya dos meses un juez había empezado a multar a la compañía con 50,000 reales ($12,600 dólares) diarios por su falta de cooperación. La multa se incrementó a 1 millón de reales ($253,000 dólares) el pasado mes enero. Lo siguiente fue la orden de detención de Dzodan, emitida el 7 de febrero.
«Estamos muy decepcionados», informó la compañía a la CNN a través de correo electrónico. «Facebook siempre ha estado y estará disponible para responder a cualquier pregunta que las autoridades brasileñas puedan tener».
Facebook afirma que la aplicación (por la que pagó $ 19 mil millones en el año 2014), se desarrolla de forma independiente. Whatsapp es utilizada por el 86 por ciento de la población brasileña conectada a Internet, y han declarado que es difícil poder entregar datos a las autoridades brasileñas debido a su sistema de encriptado. Además, aseguran que no guardan sus datos en algún servidor central, lo cual hace aún más difícil el cumplir con la orden.
Esta no es la primera vez que WhatsApp se ve envuelta en algún tipo de polémica en Brasil. En otro sonado caso, un juez ordenó el cierra temporal de su servicio, después de meses de alegaciones de las empresas de telecomunicación local, las cuales definían a la aplicación como algo «no regulado» e «ilegal«.