Elon Musk, actual consejero delegado de Tesla, causó conmoción en la industria del automóvil al anunciar por Twitter sus intenciones de excluir a la empresa de la bolsa. Tal fue el escozor, que la acción se disparó cerca de 7 por ciento y la autoridad debió suspender la cotización de los papeles de la firma, luego de que su también cofundador revelara que ya había asegurado el financiamiento para concretar sus planes. ¿Pero de dónde podría sacar tanto dinero? Del fondo soberano de Arabia Saudita, que previamente había realizado una inversión bursátil de $2,000 millones de dólares en la empresa. Sin embargo, el foco de interés del dinero de Medio Oriente parece haber cambiado.
Bajo condición de anonimato, fuentes al interior del poderoso fondo de inversión confesaron a Reuters que han comenzado a negociar los términos para una gran inversión en Lucid Motors, un fabricante californiano de automóviles que proyecta elaborar vehículos eléctricos de alta gama y, paralelamente, desbancar a Tesla. El trato beneficiaría a ambos lados. Por un lado, el constructor recibiría la inyección de efectivo que necesita para comenzar la producción del Air, el automóvil conceptual que ha mostrado en eventos alrededor de todo el mundo. Se trata del primer automóvil de producción de la compañía, por lo que hacerlo realidad es un proceso costoso y desafiante. Para los sauditas, diversificar su portafolio y alejarlo del petróleo significaría proteger su dinero.
La versión de prensa añade que las conversaciones giran en torno a una inversión de $1,000 millones de dólares, la mitad inyectada de inmediato y el saldo restante pagadero en dos cuotas, a medida de que Lucid alcance objetivos de producción y ganancias aún establecidos. Dicho monto convertiría a Arabia Saudita por lejos en el principal propietario de la firma fundada hace 11 años con sede en Newark, hasta hoy financiada por capitales chinos, pero de propiedad privada.
Algunos analistas predicen que sacar a Tesla del mercado bursátil costaría más de $70,000 millones de dólares y que no todo vendría de Asia, sino que Elon Musk esperaría recibir aportes de contribuyentes más pequeños.
Si las conversaciones entre el fondo saudita y Lucid llegan a buen puerto, Musk podría ser requerido por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Estados Unidos por un presunto intento de engañar a los inversionistas. Si bien en julio pasado los capitales saudíes compraron una participación de alrededor de 5 por ciento de Tesla, es muy improbable que la compren mientras respaldan al que aspira a transformarse en su principal competidor.
«No comentamos las gestiones para recaudar fondos”, enfatizó a Digital Trends por correo electrónico uno de los portavoces de Lucid, que estima que la producción del Air recién podría partir 24 meses después de cerrar un acuerdo de financiamiento.