Compraste ese Smart TV o Chromecast con Google TV hace un par de años. Te acompaña en maratones de series, partidos y películas. Funciona perfecto… hasta que un día, una app de streaming deja de actualizarse, luego otra empieza a fallar y, sin darte cuenta, tu flamante televisor inteligente empieza a comportarse como si fuera de otra época. ¿Sabías que tu Google TV tiene fecha de caducidad que nunca aparece en la caja?
Google continúa lanzando actualizaciones para modelos recientes de Google TV (como Chromecast con Google TV 4K y HD, y dispositivos como Google TV Streamer) con mejoras en seguridad y rendimiento. Sin embargo, modelos muy antiguos o de primera generación (por ejemplo, Chromecast 1ª gen.) han dejado de recibir actualizaciones, lo que implica que se vuelven vulnerables y podrían tener problemas de funcionamiento.
La letra chica que no se lee

En general, Google ofrece unos tres a cinco años de actualizaciones para sus dispositivos con Google TV, dependiendo del modelo y el fabricante. Esto incluye parches de seguridad y mejoras del sistema operativo. El problema es que, a diferencia de un teléfono Android, aquí intervienen otros actores: el fabricante del televisor o del dongle. Si este decide que ya no es rentable actualizar tu modelo, incluso si Google lanza una nueva versión, podrías quedarte fuera.
La mayoría de los consumidores asume que un Smart TV es “eterno” mientras prenda y tenga internet. La realidad es distinta: modelos lanzados en 2020 ya dejaron de recibir actualizaciones completas, y algunas apps populares como Disney+, Netflix o HBO Max han dejado de dar soporte a versiones antiguas del sistema. Resultado: pantallas de error, funciones que desaparecen y vulnerabilidades que no se corrigen.
Google TV exige cierta capacidad de hardware para funcionar bien (mínimo 2 GB de RAM y procesador decente). Si el hardware es muy limitado o antiguo, el dispositivo será lento, inestable, y no podrá ejecutar nuevas versiones del sistema ni apps actuales adecuadamente, dando sensación de obsolescencia.
En casos recientes, algunas actualizaciones grandes (como Android TV 14) generaron problemas graves en ciertos modelos Chromecast con Google TV, lo que provoca mal funcionamiento temporal o permanente, afectando la experiencia y percepción de obsolescencia.
Sobrevivir en el mercado de los dispositivos

Google ha dejado de fabricar y vender la línea Chromecast con Google TV, que era una opción asequible y muy valorada para transformar cualquier TV en smart TV. En su lugar, está promoviendo el Google TV Streamer (4K), un dispositivo más caro y con mejoras técnicas limitadas. Este cambio elimina la opción económica que mantenía vigente a la plataforma en muchos hogares, reduciendo su accesibilidad y potencial base de usuarios a largo plazo. Esto puede hacer que algunos usuarios busquen alternativas más accesibles o innovadoras.
El hardware del nuevo Google TV Streamer (4K), aunque mejor que el antiguo Chromecast, no es suficiente para las demandas crecientes que implican nuevas funciones basadas en inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes. Por ejemplo, tiene menos capacidad de procesamiento y memoria que algunos competidores como Apple TV 4K, lo que podría limitar su atractivo como inversión para el largo plazo y su capacidad para adaptarse a futuras innovaciones.
Otro punto en contra: la competencia contra el batallón del streaming

Los formatos de contenido innovador que podrían hacer que Google TV pierda interés frente a las nuevas plataformas de streaming incluyen varios aspectos importantes:
- Contenido exclusivo y original de alto impacto: Nuevas plataformas apuestan por series y películas originales, formatos inmersivos, y experiencias que atraen a audiencias con producciones exclusivas que Google TV como agregador no puede ofrecer directamente. Esto es un factor clave para captar y retener usuarios.
- Formatos interactivos y gamificados: Algunas plataformas experimentan con contenido interactivo donde el usuario participa activamente en la narrativa o juega mientras consume contenido, algo que Google TV no está desarrollando como plataforma principal sino que es más un sistema operativo para acceder a apps.
- Experiencias personalizadas con IA avanzada: Aunque Google TV está integrando IA (como el asistente Gemini), otras plataformas podrían ofrecer recomendaciones, resúmenes, y experiencias hiperpersonalizadas mucho más sofisticadas y adaptadas al usuario, superando la oferta actual.
- Integración simplificada de compras y experiencias de realidad aumentada (RA) y realidad virtual (RV): Plataformas que integren fácilmente compras interactivas dentro del contenido y experiencias inmersivas con RA o RV pueden atraer a usuarios que buscan formatos más innovadores y atractivos, cosa que Google TV todavía no explota completamente.
- Saturación y gestión de publicidad: Aunque Google TV ha implementado formatos de publicidad menos intrusivos, el exceso o mal manejo de anuncios puede alejar a usuarios hacia plataformas con experiencias más limpias y contenidos sin interrupciones.
- Descentralización del contenido en apps: Un factor negativo para Google TV es la reciente eliminación de la venta de series y episodios directamente en Google TV, obligando a los usuarios a usar YouTube para ese contenido. Esto puede ser visto como una fragmentación que reduce la conveniencia y la cohesión de la experiencia para el usuario.
Las nuevas plataformas de streaming intensifican la competencia y obligan a Google TV a innovar en agregación de contenido, personalización y experiencia de usuario. Su relevancia dependerá de cuánto pueda seguir mejorando su ecosistema, manteniendo una experiencia integrada, atractiva y sin saturar al usuario con publicidad intrusiva. También será clave su capacidad para adaptarse a nuevas demandas tecnológicas y continuar ofreciendo valor frente a competidores especializados en contenido o dispositivos.