Sea of Solitude es un recorrido triste y solitario que merece tu tiempo.
Lo bueno
- Visualmente impactante
- La historia de Kay
- Los temas que trata son un cambio necesario
Lo malo
- Su significado puede variar mucho dependiendo de quién esté al mando
Puntaje
EA Originals se presentó hace unos años como un programa por parte de EA para trabajar con estudios independientes en sus ideas, brindando recursos y convirtiéndose en el publisher de los mismos. Entre ellos, Unravel, A Way Out y Fe fueron los primeros en estrenarlo, y ahora, de la mano de Jo-Mei Games llega Sea of Solitude.
Dicho título fue anunciado en E3 2018, traído por el estudio fundado por Cornelia Geppert y Boris Munser localizado en Berlín. Se trata del labor de 13 personas, quienes crearon la historia de Kay, una joven convertida en monstruo que explora una ciudad abandonada, presa de inundaciones constantes, tormentas, y criaturas horripilantes.
Es un videojuego en tercera persona principalmente de exploración, con algunas puzzles aquí y allá. Pero su enfoque principal está en el recorrido de la protagonista, quien poco a poco descubrirá por qué se encuentra en este estado de oscuridad, mientras que el jugador comenzará a comprender más sobre su historia y relaciones personales que la llevaron hasta este momento.
Todo comienza de una forma usual, en los pies de un personaje que no recuerdo lo que ocurrió, y que se encuentra abrumada por su alrededor. La ciudad se encuentra tan inundada que parece ser Venecia, con casas siendo tapas completamente por el agua, dejando a los tejados como puentes para desplazarnos. Kay es una joven pintada de negro con los ojos rojos, su paleta siendo un contraste a las partes de la ciudad que todavía se encuentran coloridas. Todo va cambiando dependiendo de la presencia o no de monstruos, quienes traen consigo nubes oscuras y relámpagos que cambian completamente el entorno.
Una ciudad sometida en emociones
Comenzamos a movernos por el mapa de Sea of Solitude y notamos la presencia de diferentes seres. Uno de ellos, una joven que parece tener la misma edad de Kay, es brillante e incandescente a los ojos. Cumple una función de guía, al menos al principio, y nos muestra una mecánica que utilizaremos con frecuencia: Kay tiene una mochila con la que puede absorber la oscuridad de diferentes lugares, para así abrir caminos o avanzar en la historia. Pero pronto nos encontramos con los primeros enemigos del juego, quienes son peculiarmente similares a la protagonista.
El juego no tarda en revelar las razones detrás de cada una de estas manifestaciones.
Una sonrisa gigante aparece debajo del agua, revelando una figura similar a una niña, sólo que de un tamaño colosal y con una furia incontrolable. No desperdicia nada de tiempo y comienza a gritarle a Kay, hablando sobre todo lo que hizo mal pero sin dar detalles. Se le ve triste y confundida por esto, pero el juego no tarda en revelar las razones detrás de cada una de estas manifestaciones.
Se puede decir que la historia de Sea of Solitude se encuentra dividida en secciones correspondientes a cada uno de estos enemigos. La primera, siendo el primer vistazo a lo frenética que puede ser esta experiencia por momentos, nos enfrenta a dos de ellos en simultáneo. El primero, la niña que mencionamos más arriba, está bloqueando un camino. Para poder pasar por allí hay ciertas secciones de oscuridad de las que tenemos que deshacernos, pero esto no es tan fácil.
En muchos momentos tendremos que dejar de pisotear tejados para zambullirnos en el agua y así llegar a las islas de concreto, pero el segundo enemigo plaga estos mares. Cada vez que estemos nadando se acercará hacia nosotros, pero no tenemos forma de defendernos. Es un «game over» inmediato, además de mostrar una de las escenas más impactantes del juego, viendo como dicha criatura lanza a Kay hacia al aire y deja mostrar su dentadura, comiéndola viva y volviendo hacia el agua mientras la pantalla se desvanece.
Viviendo las consecuencias de acciones pasadas
Todo en Sea of Solitude nos tiene al filo del asiento, ya que solamente podemos escaparnos de estas situaciones. Pero mientras que la muerte es prácticamente instantánea en algunas secuencias, siempre hay suficiente margen de error. La segunda secuencia ya es más personal, e involucra a la protagonista con un personaje muy cercano a ella, mostrando manifestaciones más pequeñas de lo que ocurrió en el pasado.
Sea of Solitude vive y muere con momentos así, haciendo paralelismos entre la realidad y el pasado mientras que Kay recuerda y se descubre a sí misma.
Si bien lo que nosotros vemos en un principio es un cuervo gigante, poco a poco nos damos cuenta de que se trata del hermano menor de Kay, quien ya prácticamente se rehúsa a hablarle. Mientras lo perseguimos, entramos a un instituto donde escuchamos distintas voces y situaciones que ocurrieron años atrás. Por ejemplo, cómo el hermano intentaba contarle de diferentes momentos en los que sufrió de maltrato por sus compañeros de colegio, pero su hermana no hacía más que ignorarla.
Kay, mientras camina por los pasillos de la escuela enfrentándose a figuras de niños que murmullan «te odio» y «quiero matarte» constantemente, escucha todos los momentos en los que ignoró estos llamados de ayuda, mientras que a su vez es ella quien está siendo molestada por estos niños que ahora son ficticios, pero que causaron un daño que dejó una marca en su hermano.
Sea of Solitude vive y muere con momentos así, haciendo paralelismos entre la realidad y el pasado mientras que Kay recuerda y se descubre a sí misma. Y es algo que funciona, gracias a que se trata de una historia acompañada de paisajes que son tan horripilantes como hermosos de ver, presentando estos canales en los que Kay puede nadar e incluso usar un pequeño bote para desplazarse casi libremente.
Podemos explorar los restos de casas abandonadas en busca de coleccionables, los cuales son gaviotas que se encuentran posando en estos lugares, mientras que también podemos ver mensajes embotellados. No es un juego mundo abierto, para ello ya hay bastantes ahí afuera, pero siempre es posible salirse del camino y explorar.
Es claro que EA tomó una gran decisión de escoger a Sea of Solitude para su familia de indies, siendo un título que habla y representa ciertos temas personales como la depresión y la soledad de una forma bastante particular. Es claro que cada jugador reaccionará de una manera distinta ante dicha representación, pero sin dudas vale la pena sentarse a vivir esta historia.