Ape Out es una rebelión musical que no cansa.
Lo bueno
- Violencia a diestra y siniestra
- Gameplay atado a la música
- Estilo visual original
Lo malo
- Es una experiencia corta para su potencial
Puntaje
9/10
Es tentador comparar Ape Out, el nuevo videojuego de Gabe Cuzzillo, con Hotline Miami. Ambos títulos fueron publicados por Devolver Digital. Los dos tienen una perspectiva cenital. Y no hay dudas de que son sinónimo de violencia pura. Pero hay un encanto particular en Ape Out que no es del todo aparente hasta que uno se calza los auriculares y se pone a jugar. Y en cuanto eso sucede, es muy difícil despegarse de la silla.
Tal como lo indica su nombre, se trata de un gorila que escapa del encierro de su celda. Así comienza la historia, mostrándonos un breve tutorial que nos mete de lleno en la acción. Podemos movernos hacia cualquier dirección, atacar, y agarrar personas u objetos. Parte de una simpleza, pero poco a poco se convierte en algo especial.
Lo primero que notamos en nuestro camino son decenas de guardias sorprendidos por nuestro escape, intentando detenernos con rifles de asalto o explosivos. Al golpearlos, siendo tanta la fuerza del primate, se crea una mecánica en la que los desafortunados en conocer nuestros puños salen disparados dentro de una distancia en particular. Esto puede llevar a rematar a los enemigos más fuertes haciéndolos acercarse a una explosión o la pared más cercana.
Agarrar también es útil, ya que automáticamente los enemigos pasarán a convertirse en escudos humanos, pudiendo tanto defendernos de disparos como herir a sus compañeros si calculamos el momento indicado para hacerlo. Estas pequeñas dinámicas surgen casi naturalmente en Ape Out, y se trata de hacer lo más que se pueda en situaciones de riesgo.
Si bien se trata de un gorila, puede ser muy fácil perder, lo que lleva a que cada enfrentamiento se convierta en un rompecabezas. ¿Intento lanzar un enemigo débil a uno con escudo para sacarlo de mi camino? ¿Me arriesgo a ser disparado acercándome al enemigo fuerte para tener una mayor ventaja sobre el resto? ¿O simplemente empiezo a atacar a diestra y siniestra esperando el mejor resultado?
Ape Out es frenético en todo sentido
Hay muchas situaciones así que surgen en cuestión de segundos. Se trata de un videojuego frenético en todo sentido, exigiendo reacciones veloces y algunos reflejos que aparecerán con la prueba y error. En Ape Out no hay una barra de vida o interfaz que nos indique cada vez que estemos débiles, sino que empezamos a notar unas manchas de sangre de un color claro por parte del animal, además de ver algunos efectos en pantalla de referencia. Sin embargo, esto no es lo único que se encuentra atado al aspecto visual.
Recuerdo la primera vez que mostraron el título el año pasado, con un trailer bastante corto pero que explicaba lo necesario sin decir una sola palabra. Y lo que más me llamó la atención, en primer lugar, fue el estilo artístico que se escogió para la experiencia.
Se encuentra en un punto intermedio entre una pintura rupestre y algo producido en pincelazos casi uniformes.
Se encuentra en un punto intermedio entre una pintura rupestre y algo producido en pincelazos casi uniformes, pero que acompañan una guía de estilo invisible para el jugador. El gorila presenta un color naranja intenso, mientras que su sangre tiene un tono más diluido que lo lleva a parecer rosa. Los enemigos tienen un tono blanco, pero sus armas y el tipo de vestimenta que llevan (representando qué tan difíciles son de matar) siempre se destacan.
No obstante, hay momentos donde todo cambia. Durante el primer nivel, cuando abrimos una de las primeras puertas, se activa una alarma que alerta a varios soldados que comienzan a rodearnos saliendo desde ascensores. Allí el tono del juego se vuelve todo rojo, con las luces de la alarma iluminando los escenarios mientras intentamos sobrevivir. Y en otra instancia podemos ver un poco de la ciudad hacia afuera, pasando por un puente entre edificios.
La música dinámica sigue cada paso y golpe que damos
Es un espectáculo visual. Sin dudas es de lo más original que he visto en mucho tiempo, casi hasta imitando un programa de televisión antiguo con sus filtros con ruido y uso de colores. Pero lo más impresionante es que Ape Out no se queda ahí solamente. El apartado sonoro y la música van de la mano a la perfección con todos los elementos del juego, y se presentan de una manera muy particular.
Tambores, estruendos, palillos. La música evoca al jazz, del tipo que los miembros de la banda tocan sin cesar por minutos golpeando cada vez más fuerte, pero siempre manteniendo una armonía. En Ape Out, además de estar presente, también está atado a lo que hacemos en el juego. Se trata de música dinámica, siguiendo cada paso y cada golpe que damos a todo lo que se nos cruce por el camino.
Mientras más avancemos y ocurran situaciones en el entorno, más se hará presente. Y si por ejemplo, comenzamos a crear una seguidilla de muertes, la música se volverá aún más intensa por unos segundos. Esto crea cadenas de melodías que pueden sonar escandalosas, pero acompañan a la perfección lo que ocurre en pantalla. Al fin y al cabo, se trata de un juego violento, pero que a su vez parece tomar influencias de sistemas rítmicos para potenciar la experiencia a otro nivel.
El apartado sonoro y la música van de la mano a la perfección con todos los elementos del juego.
Es así como se termina destacando del resto. Ya hemos visto sistemas dinámicos alrededor de la música en el pasado, tal como ocurre en Devil May Cry 5, agregando instrumentos, voces o subiendo el volumen de la canción de fondo dependiendo de qué tan bien nos esté yendo en combate. Pero verlo en una experiencia tan compacta y con tanto estilo crea un efecto distinto, único.
Hotline Miami podrá tener un frenetismo similar con un soundtrack que jamás ha abandonado mi mente, pero es sólo un acompañante. Aquí se integra junto a todo el resto. Nos lleva a actuar de forma más veloz y violenta para poder tratar de exprimir este sistema aún más, experimentando cómo funciona. Pintamos los escenarios con la sangre de enemigos producto de una venganza por encerrar al animal en una jaula.
Se siente como una rebelión en movimiento, y si eso es lo que Gabe Cuzzillo quería lograr desde un principio, entonces lo ha logrado con creces. Lo único que odié del juego fue ver pasar los créditos casi de forma prematura, pasando apenas las dos horas desde el principio al fin. Pero se trata de una experiencia tan experimental y única en si misma que se aprecia que no se haya extendido su visita más de lo debido.
Ape Out es frenetismo, ritmo y golpes unidos en un solo lugar. Y no puedo esperar a volver a vivir la experiencia nuevamente.