Ace Combat 7 no es indispensable en tu biblioteca pero si eres fanático de los arcade, lo disfrutarás.
Lo bueno
- Apartado gráfico deslumbrante
- Banda sonora envolvente
- Veloz, divertido, épico
Lo malo
- Algunas misiones son un tanto simples
- No hay tanto contenido
- Multijugador olvidable
Puntaje
7.5/10
Hay decenas de simuladores para los verdaderos aficionados de los aviones, pero una franquicia en particular siempre se enfocó en brindar una experiencia más al estilo «arcade». Ace Combat apareció por primera vez en 1995, y a través de los años fue ganando popularidad y una fanbase importante detrás. ¿Las razones? Experiencias que priorizan la acción y que, sorprendentemente, presentan historias muy dramáticas con personajes y momentos memorables. Ace Combat 7 es un videojuego más que esperado, y pasamos las últimas semanas volando por los cielos para saber si vale la pena emprender este vuelo.
Nuevamente hay un conflicto bélico en el mundo, el cual está dividido en naciones totalmente desconocidas para nosotros, pero por algún motivo, la historia transcurre durante el 2019. En el mundo de Strangereal, la Federación Osean y el Imperio de Erusea se encuentran en conflicto, y es tarea del jugador emprender misiones como el piloto Trigger. Salvo que a las pocas horas del juego el personaje es culpado penalmente por un crimen, y pasa a ser designado a un escuadrón específico para convictos.
Desde allí, el argumento toma diferentes ramas que, aquellos jugadores afines a la saga seguro van a lograr reconocer. Pero las primeras misiones se toman su tiempo hasta tomar vuelo. En principio, Trigger no tiene muchas opciones para escoger entre aviones o mejoras (más detalles sobre esto luego) y las misiones se resumen en acompañar a un escuadrón hacia un lugar específico, eliminar radares y estaciones enemigas que estén en el terreno o sobrevivir un ataque sorpresa de una unidad hasta el momento desconocida.
Todo lo que sucede a nuestro alrededor es el punto fuerte
Los compañeros y personajes que te acompañan en Ace Combat 7 suelen establecer diálogos, y por momentos es bastante entretenido, logrando que las operaciones se vuelvan más dinámicas, pero la falta de interacción por parte de Trigger se hace sentir. No lo escuchamos hablar, pero todo el mundo no tarda en reaccionar ante sus acciones. Se crea un vínculo raro en el que constantemente somos recordados que somos el protagonista en cada misión, algo a lo que ya deberíamos estar acostumbrados gracias a otros juegos a esta altura. Pero aquí, la falta de interacción por nuestra parte se siente como una oportunidad desperdiciada.
La falta de interacción se siente como una oportunidad desperdiciada.
Sin embargo, todo lo que sucede tanto dentro como fuera de la cabina de piloto es el punto fuerte de la experiencia. El movimiento del avión se siente completamente natural, teniendo el control completo de cada acción e incluso pudiendo elegir entre dos tipos de manejo, normal y experto (este último agregando aún más posibilidades a la hora de volar, tal como rodar en el aire, por ejemplo). Y a la hora de disparar, sólo bastará con fijar el objetivo y apretar el botón de disparo. El tracking del cohete se encargará del resto.
Aún así hay diferentes armas además de la principal, las cuales se pueden cambiar antes de ingresar a cada misión. Podemos elegir el avión que manejaremos, las armas secundarias que llevará (desde una que puede lanzar multiples misiles a uno o más objetivos, hasta otras que requieran una distancia y posicionamiento específico en relación al enemigo), o las partes de su interior. Sí, Ace Combat 7 permite que puedas conseguir mejoras para personalizar las estadísticas de tu avión, desde su velocidad hacia qué tan fácil es manejarlo.
Las mismas se pueden conseguir a través de un árbol de mejoras, tal como si se tratara de un árbol de habilidades en un RPG. La misma se encuentra separada por diferentes módulos, los cuales pueden desbloquear, a través de compras con la moneda del juego, nuevos aviones, armas secundarias para cada uno, y partes para utilizar después. Es un sistema que se agradece tener, ya que no tenemos que preocuparnos por cumplir con una serie de requisitos o misiones particulares para desbloquear el contenido del juego.
Y una vez que estamos listos luego de las compras, tan sólo queda entrar a la cabina y despegar nuevamente. No hay mucho más para hacer entre misiones de historia, además de poder volver a jugar las que hayamos completado, pero tampoco es necesario: Ace Combat 7 se centra en la acción inmediata en todo momento.
Estar en los aires disparando es la intepretación física de la canción «Aces High» de Iron Maiden. Nos desplazamos hacia todos lados, tratando de dar con nuestro objetivo con la mayor precisión posible, siempre al máximo de la velocidad y con mucho estilo. Los espacios son limitados por «paredes invisibles» que nos indican cuándo nos estamos yendo del área de misión, pero no por eso nos faltará lugar para hacer piruetas mientras escribamos docenas de misiles que se aproximan hacia nosotros constantemente. Puede generar mucha tensión, pero la satisfacción que genera derribar a un avión enemigo justo cuando esquivamos un misil nunca deja de ser satisfactoria.
Pero lamentablemente, los objetivos de las misiones no suelen acompañar este frenetismo, y las estructuras suelen ser similares. Al empezar una misión, eliminas objetivos pequeños o realizas reconocimiento sobre el terreno, se genera un conflicto, y luego pasa el desenlace. No suelen ser lo suficientemente interesantes salvo por algunas excepciones, y la opción de volver a jugar una misión parece no tener mucho sentido al no generar momentos memorables.
Sí hay algo que se queda aterrizado en tu mente, y eso es el apartado gráfico y sonoro de Ace Combat 7. Desde los primeros momentos todo se ve increíble, pero el verdadero atractivo es cuando cambiamos la perspectiva de la cámara de tercera (el avión completo) a primera (desde la cabina). Cada vez que ganemos altitud y pasemos las nubes, podremos ver las gotas de agua nublando nuestra vista al mojar todo el espejo. Podemos mover nuestra perspectiva con el analógico derecho, y así poder ver los paisajes o lo que sucede a nuestro alrededor en momentos de lucha.
El apartado gráfico y sonoro de Ace Combat 7 es memorable.
La emoción de despegar y estar presente en la batalla es única
Tanto los sonidos que producen los diferentes elementos en el juego como la música acompañan perfectamente la experiencia, y junto a lo visual es lo que más presente se encuentra en la experiencia. Es una gran presentación que opaca un poco los detalles que faltaron ajustar en otros apartados.
Los veteranos de la franquicia se sentirán como en casa con muchas de las mejoras que hicieron al juego, pero aquellos que aborden este universo por primera vez en Ace Combat 7 pueden llegar a sentirse confudidos por momentos. No hay demasiado contenido, y todo se resume a las misiones de historia o a un multijugador que funciona y tiene lo suyo, pero no sorprende. Pero es en la adrenalina de ir por los aires haciendo movimientos casi imposibles para la realidad, disparando a diestra y siniestra mientras escuchamos una guitarra tocando flamenco de fondo, y el atardecer hace un reflejo en el vidrio de nuestra cabina que nos damos cuenta de lo genial que puede ser por momentos.
La historia podrá no ser tan revolucionaria como lo fue en entregas anteriores, pero la emoción de despegar y estar presente en la batalla es única. A futuro, me gustaría ver un protagonista mucho más presente, y tal vez no priorizar una gran cantidad de misiones para hacer, sino en tener una selección más pequeña con impactos que sean tan impresionantes como muchos de los apartados de Ace Combat 7. Es algo que no te puedes perder si te gustan los videojuegos de aviones, en particular aquellos con un enfoque a lo «arcade», pero no se trata de un título fundamental para tu biblioteca con todo lo que se acerca en 2019.