*La siguiente historia es ficticia, una especie de leyenda urbana compartida a través de Internet conocida como creepypasta. Recomendamos leerla mientras escuchas esta canción.
Era verano de 1996. Pokémon Red y Pokémon Green, un par de videojuegos de un estudio sin mucho reconocimiento llamado Game Freak, comenzaban a generar revuelo en Japón. La premisa era capturar a unos personajes llamados pokémon, inspirados en animales y objetos del mundo real pero que tenían superpoderes basados en el agua, el fuego o la electricidad. El futuro era promisorio para el estudio, en el que incluso se hablaba del desarrollo de una secuela apenas un mes después de su lanzamiento el 27 de febrero. Sin embargo, aquel verano un trabajador del estudio enfocaba su tiempo en investigar un extraño desorden de sueño reportado en algunos jugadores, todos niños de entre siete y 12 años de edad.
Según la bitácora del empleado de Game Freak, decenas de niños reportaban cuadros de insomnio e irritabilidad que en algunos casos iban acompañados de sangrado nasal y dolores de cabeza intensos. Todos ellos habían jugado Pokémon Red o Pokémon Green hasta llegar al Pueblo Lavanda (Lavender Town), una ubicación dentro del juego en la que existe una torre donde los entrenadores entierran a sus pokémon muertos que se convertían en fantasmas. Según el desarrollador, los desórdenes estaban relacionados a la música usada en el Pueblo Lavanda y la torre fantasmal: una melodía chiptune que escondía en sus tonos agudos ritmos binaurales que presuntamente provocaban comportamientos suicidas, pero que solo eran detectables en menores de 12 años.
Consternado por sus hallazgos, el empleado reportó su investigación a sus superiores. Ya era demasiado tarde. A los pocos días, los medios locales reportaron el suicidio de varios niños. Las primeras investigaciones policiales señalaron una extraña coincidencia: todos habían jugado Pokémon Red y Pokémon Green; su último avance era un recorrido por la torre fantasma del Pueblo Lavanda.
Game Freak retiró las copias de Pokémon que aún no habían sido vendidas y las sustituyó con versiones que, aunque a simple vista tenían la misma melodía, carecía de los tonos que presuntamente provocaron el suicido de un centenar de niños en Japón.
¿En verdad se suicidaron niños por jugar Pokémon?
La creepypasta del Pueblo Lavanda en Pokémon Red y Pokémon Green es, por definición, falsa. Sin embargo, la historia, publicada originalmente en la plataforma Pastebin y los foros de 4chan, en 2010, se afianzó debido a varios factores.
Primero porque la canción que acompaña al jugador por Lavender Town es, cuando menos, incómoda de escuchar por varios minutos. Hay que tomar en cuenta que Pokémon nació como un videojuego para Game Boy, una consola portátil que usaba baterías AA y que tenía un parlante realmente discreto, por lo que si los jugadores se fastidiaban o sentían incomodidad con la tonada, podían simplemente bajar el volumen.
Por otra parte, Pokémon sí provocó un episodio que causó un daño físico a niños. Ocurrió el 16 de diciembre de 1997 luego de que una combinación de luces y colores en un episodio provocó crisis epilépticas en al menos 700 niños japoneses. A ese suceso siguió una serie de acusaciones, algunas con fundamento y otras sin él, sobre que Pokémon causaba comportamientos violentos en menores.
El otro factor es en sí mismo la tonalidad tenebrosa del Pueblo Lavanda. Pokémon nació como un videojuego para niños, pero incluyó en sus adorables personajes la noción de la muerte y la creación de vínculos más allá de la vida acompañados de una tétrica melodía.