Las microtransacciones la y compra de “cajas de botín” con dinero real se han convertido en una parte importante de la industria de los videojuegos, y constituyen el modelo de negocios de muchos populares títulos. Sin embargo, no vienen sin controversia. Ahora, un proyecto de ley impulsado por senadores estadounidenses quiere lograr que este tipo de transacciones sean ilegales.
La organización Entertainment Software Rating Board intervino hace un tiempo en la creciente controversia sobre dinero real en las “loot boxes” o cajas de botín de los videojuegos, afirmando que no los considera como “apuestas”. Sin embargo, no todos opinan lo mismo y el debate está lejos de terminar, especialmente porque este tipo de sistema está orientado a atraer a menores de edad, que conforman un gran porcentaje de los jugadores.
En base a esto, el senador Josh Hawley de Missouri está en proceso presentar un proyecto de ley que prohibiría la venta de cajas de botín y otros tipos de microtransacciones en videojuegos. El Washington Post informó que el proyecto de ley de Hawley, llamado Ley de Protección de Niños Contra Juegos Abusivos, afectaría no solo a los juegos diseñados para niños, sino también a aquellos juegos que son más maduros pero tienen una gran cantidad de jugadores menores de 18 años, como Call of Duty o Mortal Kombat.
Uno de los principales títulos en la mira es Fortnite. Este popular juego de Battle Royale está disponible de forma gratuita, pero se reporta que, gracias a las microtransacciones internas, el año pasado generó más de dos billones de dólares (2 mil millones). Otros juegos que tienen alguna versión de microtransacciones incluyen PlayerUnknown’s Battlegrounds, Overwatch, FIFA 19, NBA 2K19, además de Apex Legends, que desde sus inicios como una alternativa a Fortnite ha arrasado en popularidad y número de jugadores.
Por su parte, la Entertainment Software Association, que representa los intereses políticos de las compañías estadounidenses de videojuegos, planea oponerse a este proyecto de ley, diciendo que no constituyen una transacción ilegal y que los padres ya tienen herramientas para controlar los gastos en línea de sus hijos.
INVESTIGACIONES PREVIAS
Esta no es una situación reciente, ni restringida solamente a los Estados Unidos. A finales del 2017, la Comisión de Juego de Bélgica realizó una investigación de varios de los juegos más destacados que usan este sistema, entre ellos Star Wars Battlefront II y Overwatch. Esta investigación comenzó porque las cajas de botín no revelan sus contenidos sino después de que los jugadores las compran, lo que para algunos constituye una apuesta. Eso no ocurre en las microtransacciones tradicionales, que dan a los jugadores una indicación clara de lo que ellos están comprando.
La comisión afirmó que esto ponía en riesgo a los jugadores, especialmente a los menores de edad, y de acuerdo con la legislación belga, la Comisión de Juego debería aprobar y proporcionar una licencia antes de que los estudios creadores puedan incluir este tipo de apuestas en sus juegos.
“Esto parece demostrar que desempeñarse en el juego depende del azar”, explica el reporte. Este parece ser el caso en Star Wars Battlefront II, pero probablemente no se aplica a Overwatch, que también estuvo bajo investigación. En este último, los artículos premiados a través de este sistema son puramente cosméticos, y no ofrecen ninguna ventaja de juego.
Electronic Arts ya había sido objeto de críticas por parte de los aficionados por el sistema que implementó hace años en Battlefront II, el cual usa botines como forma de ganar artículos necesarios para mejorar la fuerza de pelea y otras habilidades. El juego también tenía originalmente a Luke Skywalker y Darth Vader encerrados detrás de un paywall en el juego, que habría requerido hasta cuarenta horas de juego normal para ganar solo un personaje, a no ser que se pague por ellos con dinero real. Sin embargo, la reacción de sus seguidores provocó que los créditos requeridos fueran reducidos.
En cuanto al más reciente proyecto de ley, te mantendremos informado con su desarrollo y qué implicaciones podría tener para los jugadores y para las compañías del mundo de los videojuegos.