Hace casi 20 años, se lanzó a la venta la primera consola Xbox. Mucho ha cambiado en la marca desde entonces, tanto por las consolas que han pasado como por la propuesta como tal; lo más reciente ha sido el lanzamiento de no una, sino dos consolas: la Xbox Series X y la Xbox Series S, disponibles desde el pasado mes de noviembre de 2020.
Estando ya en su cuarta generación, no está demás echar un vistazo atrás y repasar lo que ha sido la historia de la marca, desde sus comienzos como un proyecto más bien simple hasta convertirse en uno de los grandes actores de la industria de los videojuegos en la actualidad.
Los primeros años
La idea de que Microsoft debería desarrollar su propia consola de juegos comenzó a ganar fuerza en 1998, con Kevin Bachus, Seamus Blackley, Otto Berkes y Ted Hase formando el primer equipo para las consolas del gigante del software, después de lanzar su idea a Bill Gates. Originalmente llamada DirectX Box, la consola estaba destinada a ser el primer sistema de juegos construido como una PC, lo que aportaba toda la flexibilidad y el poder de una plataforma de juegos al mercado de las consolas.
El sistema correría sobre Windows 2000, lo que facilitaría a los desarrolladores de software para PC trabajar dentro de la arquitectura de la consola, además de tener el doble de la capacidad de procesamiento de la PlayStation 2, en ese entonces líder en la industria. Sin embargo a pesar de los esfuerzos del equipo de mercadeo, el nombre no fue bien recibido por los grupos de prueba, por lo que la empresa se vio forzada a enfocarse en uno de los elementos finales que necesitaba para abrir el telón de su creación: un nombre que llame la atención y se convierta en una marca.
Solo dos años después, Microsoft ya estaba listo para hacer pública su consola, y eso es exactamente lo que hizo Bill Gates en la Conferencia de Desarrolladores de Juegos en el 2000. Hablando de las especificaciones enormemente mejoradas del sistema, y el potencial tanto para el juego en línea como para el almacenamiento interno de contenido descargado, (juegos y media), Gates logró atraer la atención del mundo. Muchos siguieron siendo escépticos, pues y no veían más que una PC elegante disfrazada de consola de juegos.
Microsoft continuó presionando para romper esquemas tanto en la consola como en su presupuesto de marketing, con más demostraciones en la Electronic Entertainment Expo unos meses más tarde. Fue allí donde su futuro se vio aún más promisorio: el desarrollador de Xbox se conectó por primera vez con Bungie Studios, los creadores de un juego de acción y disparos en tercera persona, Halo: Combat Evolved. La compra de Bungie por 30 millones de dólares por parte de Microsoft poco tiempo después llegó a hacer titulares en la industria del juego, pero fue la decisión de Bungie adaptar Halo para aprovechar al máximo las capacidades de la nueva consola y convertirla en un juego de disparos en primera persona. Esta fue la jugada que ayudó a hacer historia.
Casi un año después, Bill Gates, con la ayuda de Dwayne «The Rock» Johnson, reveló el diseño final de la Xbox en el Consumer Electronics Show 2001 en Las Vegas, junto con la fecha de lanzamiento oficial del sistema.
Llega el gran día
El 14 de noviembre del 2001, la sucursal de Toys ‘R’ Us en Times Square fue la sede del lanzamiento oficial de Xbox, y Bill Gates se presentó para iniciar el gran experimento de su compañía. Las preocupaciones con respecto a la apariencia y el diseño del sistema, así como el precio de $299 dólares, se quedaron por el camino, con más de un millón de consolas Xbox volando de las estanterías en las primeras tres semanas a la venta.
Un componente clave para el éxito de la consola fue la popularidad de su juego estrella, Halo, que ofreció un doble golpe por ser exclusivo para Xbox, y uno de los títulos más convincentes e innovadores del género de disparos en primera persona que llegó al público en años. Las ventas de Halo rompieron todos los récords anteriores, con más de un millón de copias del juego vendidas en los primeros meses de su lanzamiento. Puede que no parezca mucho para los estándares de hoy, pero alcanzar la marca de un millón de unidades en ese entonces era algo inaudito.
No todo es color de rosa
Las fechas de lanzamiento de Xbox en Japón (22 de febrero de 2002) y Europa (14 de marzo de 2002) pronto siguieron, aunque el sistema no alcanzó la misma popularidad e interés en ninguna de las dos regiones, ni tuvo la misma energía que impulsó su crecimiento a América del Norte. En Japón, solo se vendieron 123,000 unidades de Xbox en la primera semana de lanzamiento, lo que validó el temor de Microsoft de que el sistema podría tener dificultades para penetrar en el notoriamente difícil mercado extranjero.
Si bien la consola Xbox aparentemente se vendió bien en norteamérica, el lanzamiento global resultó ser preocupante para Microsoft, cuyas expectativas para el sistema eran elevadas para los estándares de cualquier consola, y más aún por tratarse de un sistema completamente nuevo. El alto costo de la fabricación de la Xbox no hizo ningún favor a su creador, lo que trajo como consecuencia que el próximo gran evento en la línea de tiempo del sistema sea aún más sorprendente.
El 18 de abril de 2002, Microsoft recortó el precio de la Xbox de $299 a $199 dólares. Si bien la reducción dramática en el precio hizo casi imposible que la compañía obtuviera algún beneficio de las ventas del sistema, la medida logró alentar a más hogares a llevar una Xbox a casa. También permitió a la Xbox vender más que el recién lanzado Nintendo GameCube en los años que siguieron, estableciendo aún más a la Xbox como una fuerza a tener en cuenta en la guerra de entretenimiento en el hogar en el mundo de los videojuegos y consolas.
Consolas conectadas
Podría decirse que el evento más importante en la evolución de la Xbox y en el crecimiento del sitial de Microsoft en la industria de los videojuegos ocurrió en el primer cumpleaños de la consola con el lanzamiento de Xbox Live.
Se rumorea que la red de juegos en línea de Microsoft ya había comenzado su fase de prueba beta en agosto de 2002, pero el sistema se hizo público en noviembre con el Xbox Live Starter Kit. Los primeros usuarios disfrutaron de una experiencia de juego multijugador que era completamente nueva en la industria de las consolas, enfrentando a jugadores de todo el mundo en un entorno comunitario. Además de poder conectarse con amigos (y extraños), Xbox Live también hizo posible descargar contenido nuevo y llevar la interacción multijugador a un nuevo nivel.
Con más de 150,000 suscriptores en su primera semana, Xbox Live fue un éxito absoluto, y los números siguieron creciendo exponencialmente para la red de juegos online de Microsoft en los años siguientes.
El fin, a la vista
Si bien la base de fanáticos de Xbox continuó creciendo con la adición de Xbox Live, no fue todo amor y gloria en los años siguientes. Para febrero de 2003, Microsoft ya había comenzado a planificar la próxima generación de Xbox, cuyo nombre en código en ese momento era «Xenon».
El popular desarrollador de juegos Electronic Arts se mostró en desacuerdo con la estructura de suscripción de Xbox Live y optó por no lanzar sus populares juegos de fútbol Madden para la Xbox en 2003, todo para acabar cerrando un acuerdo con Microsoft un año después. Además, la compañía continuó perdiendo dinero en cada consola vendida, y para 2004, la tecnología que alguna vez había sido el mayor punto de venta del sistema se había convertido en una de sus limitaciones más frustrantes.
Sin embargo, Microsoft avanzó con nuevas características destinadas a hacer de Xbox –y sus herederas– el centro de medios online para todo propósito con el lanzamiento de la Xbox Live Arcade en noviembre de 2004.
No muerta (todavía…)
A pesar de los informes, el lanzamiento de Halo 2 demostró que los rumores de la desaparición de la Xbox se habían exagerado enormemente, todo gracias a los más de 2.5 millones de unidades vendidas en las primeras 24 horas en las que el juego estuvo disponible. Las esperadas ventas de $125 millones de la secuela lo convirtieron en el lanzamiento más exitoso de cualquier producto de entretenimiento, ya sea en juegos, películas o álbumes de música, en la historia hasta ese momento.
El éxito de Halo 2 estuvo en marcado contraste con las ventas de la propia consola, cuya producción siguió costando a Microsoft mucho más dinero que el beneficio que podía obtener con sus ventas.
La siguiente X y el fin de una era
El 12 de mayo de 2005, Microsoft presentó la Xbox 360, la próxima generación de su consola de juegos. Con planes para lanzar el 360 en noviembre, la compañía claramente esperaba que un debut más temprano, casi un año antes de la llegada de la PlayStation 3 y la Nintendo Wii, lo que podría a la 360 en una buena posición para dominar el mercado.
Más tarde en ese mismo año, la producción de la Xbox cesó oficialmente, con el recuento final de (aprox.) 24 millones de consolas vendidas. Si bien no eran números para burlarse, quedó lejos de las predicciones iniciales de Microsoft de poner 50 millones de consolas Xbox en hogares de todo el mundo. No se acercó ni de lejos a los totales de ventas de la PS2, que vendió más de 153 millones de unidades, pero sí superó en ventas a la GameCube de Nintendo (que vendió 21 millones) y la Dreamcast de Sega (que vendió solo a 10.6 millones). El último juego producido para Xbox en América del Norte, Madden 09, se lanzó en agosto de 2008, y el soporte para el sistema se suspendió en marzo de 2009. El último clavo en el ataúd de la consola se puso el 14 de abril de 2010, con el acceso a Xbox Live eliminado de la Xbox original.
Más ventas, más problemas
El lanzamiento de la Xbox 360 en Estados Unidos en noviembre de 2005, seguido por Europa y Japón al mes siguiente, resultó en stock agotado en prácticamente todos los mercados a excepción del asiático, donde la consola tuvo problemas para encontrar su audiencia. Para finales de 2005, ya se habían distribuido más de 1.5 millones de consolas y la Xbox 360 iba en camino a ser la nueva reina de las consolas.
Pero el apuro por lanzar la consola a la venta antes que su competencia causó serios y masivos problemas de los que Microsoft se tuvo que hacer cargo de forma irremediable. Porque no mucho tiempo luego de su lanzamiento, comenzó a hacer acto de aparición el infame Anillo Rojo de la Muerte; un indicativo de un problema de hardware que se repitió de forma frecuente en la primera partida de consolas. Este problema obligó a Microsoft a reparar y reemplazar innumerables unidades , lo que eventualmente terminó en que la garantía se tuvo que extender para cubrir las fallas.
Aún con todos estos problemas, la Xbox 360 se vendió muy bien y para enero de 2020, ya habían casi 40 millones de consolas en el mundo.
Un nuevo aspecto y un nuevo accesorio
En 2009 y 2010, el mes de junio fue my importante para la Xbox 360. Porque primero, en junio de 2009, se anunció Kinect, un periférico que permitía control por movimiento y comandos de voz. Originalmente llamado Project Natal (Microsoft utilizaba ciudades como nombres claves y para este caso, se escogió Natal por ser la ciudad de origen de uno de los directores del proyecto: Alex Kipman), el dispositivo llegaba con el fin de revolucionar la forma en que los usuarios interactuarían con la consola y los juevos. Kinect salió a la venta en noviembre de 2010.
En 2010, Microsoft también anunció el primer gran rediseño de la consola, que ahora tendría un cuerpo más delgado, algunos ajustes en el hardware interno, más puertos USB y Wi-Fi de fábrica (en los modelos originales había que adquirir un adaptador por separado). La nueva consola se llamó Xbox 360 S y salió a la venta en junio de 2010.
Lo nuevo se convierte en viejo
Tomando en cuenta los cuatro años que pasaron entre la primera Xbox y su sucesora, para marzo de 2011 ya se rumoreaba que la Xbox 360 iba en camino de salida y que Microsoft estaba trabajando en la sucesora. Los primeros datos al respecto aparecieron en redes sociales como LinkedIn, en la que algunos desarrolladores entregaron vagos detalles sobre un nuevo proyecto en el que trabajaban en Microsoft. Y como en internet las cosas no demoran mucho en propagarse, poco tiempo después se comenzó a hablar de la «Xbox 720».
Aún con todos esos rumores, las ventas de la Xbox 360 siguieron asentando la posición de Microsoft en el mercado de las consolas; para septiembre de 2012, la compañía anunció que ya habían más de 70 millones de unidades vendidas, número que se extendió a 75 en diciembre de ese mismo año. Y aunque las ventas de la 360 quedaron muy atrás de las de la Wii que alcanzó los 100, sí logró superar a su principal competencia, la PlayStation 3.
En 2021, Microsoft anunció también los servicios Xbox Music y Xbox Video, que no solo reemplazarían a los servicios que entonces estaban disponibles sin que además se integrarían en todos los dispositivos que estuvieran corriendo con Windows.
Comenzando otra vez
En mayo de 2013, Microsoft anunció al mundo lo que seguía en las consolas de Xbox y no es que los jugadores en general hayan quedado muy impresionados con el anuncio. Don Mattrick presentó al mundo la Xbox One, además de una segunda versión de Kinect y un inesperado enfoque en el contenido televisivo.
A primera vista, dio la impresión de que la consola competiría frente a frente con la PlayStation 4, que había sido anunciada pocos meses antes. Pero una vez que comenzaron a aparecer rumores de que la consola potencialmente requeriría una conexión permanente a internet y además limitaría el uso de juegos usados, las dudas comenzaron a asaltar a la mayoría. ¿Qué clase de aparato estaba lanzando a la venta Microsoft?
En junio de 2013, en medio de E3, la situación no mejoró para la compañía. En la presentación de la feria, Microsoft reveló que la consola costaría $500 dólares, incluyendo Kinect en la caja. Pero ese mismo día y horas después del anuncio de Microsoft, Sony reveló los detalles de la PlayStation 4: $400 dólares, sin conexión obligatoria a internet y sin restricciones hacia el uso de juegos usados.
El revés para Microsoft fue tal que un mes después, en julio de 2013, la compañía reveló que daría pie atrás respecto a algunos de sus planes, como el de la conexión permanente a internet y los juegos usados; en la Xbox One, todo funcionaría como hasta entonces. Al poco tiempo después, Don Mattrick abandonaría la compañía y su cargo lo tomaría Phil Spencer, quien sigue siendo la cabeza de Xbox hasta el día de hoy.
Desde abajo
Pese al renovado entusiasmo por la consola luego del cambio de enfoque, la Xbox One no pudo mantener el ritmo de ventas de la PlayStation 4. Particularmente, las exclusivas de Xbox no lograron competir con la oferta mucho más amplia e impresionante de los estudios internos de Sony, a la vez que muchos de los juegos exclusivos de la One también aparecían en PC.
Sin embargo, ese segundo lugar en la competencia dio pie a interesantes innovaciones. La compañía hizo que prácticamente todos sus juegos exclusivos tuvieran juego cruzado entre PC y Xbox, incluso permitiendo a los usuarios mantener sus avances en los juegos sin importar la plataforma que utilizaran. Además, lanzaron Xbox Game Pass, un servicio que por un cargo fijo mensual permite acceso ilimitado a una gran biblioteca de juegos antiguos y nuevos, siempre y cuando la suscripción esté activa.
Por otra parte, se lanzaron nuevas versiones de la consola hacia la mitad de su ciclo. La Xbox One S fue una versión más refinada de la original que agregó soporte para HDR y un reproductor Blu-ray 4K. Y la Xbox One X fue la consola más poderosa del mercado en su momento, al ser capaz de mostrar gráficos en 4K e introducir un sistema de ventilación con vapor que permitió reducir su tamaño y ser incluso más pequeña que la Xbox One S.
Un futuro brillante
Pese a los problemas de la Xbox One, hubo motivos para renovar las expectativas hacia el futuro. En E3 2018, Phil Spencer anunció que ya estaban trabajando en la siguiente generación de Xbox y que, a diferencia de lo ocurrido en el pasado, podrían estrenarse no una sino varias consolas a la vez.
Hacia finales de 2019, finalmente Microsoft anunció la Xbox Series X. La consola representa un avance importante respecto a la Xbox One X: 16 GB de RAM, 12 TFLOPS de potencia bruta (versus los 6 de la One X), una memoria SSD de fábrica y soporte para raytracing y resolución 8K. En su momento incluso se especuló que sería más potente que la PlayStation 5, lo que finalmente se terminaría cumpliendo en cuanto a especificaciones.
La Series X implicó un cambio respecto al diseño físico de las consolas; esta parece una torre de PC aunque igual se puede colocar de lado y trae una buena cantidad de orificios para la disipación de calor. El control de la consola es muy similar a la de Xbox One, aunque ahora se agrega un nuevo botón llamado «Share», similar a los que ya existen en Switch y PS4 y que sirve para guardar capturas y compartirlas de forma automática. El pad direccional es algo similar al que está presente en el control Elite, pero los botones frontales, los gatillos y los sticks siguen la linea de lo que han sido los controles anteriores de Xbox.
Microsoft llevó más anuncios a E3 2019, aunque en ese entonces, la existencia de una segunda consola menos poderosa era todavía un rumor. Dichos rumores anticipaban a que se trataría de un aparato más pequeño, posiblemente sin disco óptico y cuyo precio sería menor. Además, también se reveló que los primeros juegos para la nueva generación serían también compativos con la Xbox One, incluyendo a Halo Infinite, que también llegaría a PC.
Luego de algunas fases de experimentación, Microsoft anunció también que Project xCloud empezaría a llegar de manera oficial a algunos países. La idea de la compañía es unificar la oferta de xCloud con la membresía Xbox Game Pass Ultimate, algo que ocurrió en septiembre de 2020; la existencia de servicios como Stadia implicó que Microsoft quisiera cubrir todos los frentes bajo una sola bandera, en este caso, la de Xbox.
Según Satya Nadella, CEO de Microsoft, xCloud es su idea de un «Netflix, pero de juegos«; inicialmente, hay 50 títulos disponibles en la primera etapa, la mayoría de ellos disponibles también en Game Pass. Pero cuando sea el lanzamiento oficial del servicio, el objetivo es tener una biblioteca de al menos 100 juegos.
En agosto de 2020, Xbox confirmó los rumores y presentó la Xbox Series S, que es efectivamente una versión más pequeña y barata de la Xbox Series X. La consola presenta un diseño mucho más tradicional, no cuenta con una unidad de disco óptica y tiene reducciones en algunas especificaciones: menos RAM (8 GB) y una tarjeta de video de solamente 4 TFLOPS de potencia bruta. Sin embargo, comparte con la hermana mayor el procesador, la arquitectura y la unidad de almacenamiento SSD; la promesa de Microsoft es que la diferencia entre una consola y otra será la resolución final de los juegos, ya que mientras la Series X puede mostrar los títulos más exigentes a 4K, la Series S solo llega a 1080p o 1440p, a lo mucho. El tiempo dirá si dicha promesa se mantiene, pero hasta ahora, así ha resultado ser.
Hacia el futuro, Microsoft parece estar apuntando a diversificar la oferta con no solo la introducción de dos consolas, sino también sumando las opciones de servicios como Xbox Game Pass o Project xCloud para que así, la gente pueda jugar sin importar el dispositivo o el presupuesto con el que cuenten. Y dado el interés de los altos mandos de la compañía por expandirse en el mundo de los videojuegos, más el nunca despreciable poder económico que Microsoft, parece ser que, luego del tropiezo de la One, Xbox finalmente recuperó el rumbo y va por el camino correcto.