Fortnite es uno de los juegos más populares a nivel mundial y probablemente el más reconocido dentro del género battle royale o batalla real, en el cual 100 jugadores se lanzan a un enorme mapa a eliminarse entre sí (ya sea en equipos o en solitario) hasta que solo uno queda en pie.
El juego de Epic Games, que tiene más de 350 millones de jugadores registrados hasta el momento, fue lanzado con su formato actual en 2017. Sin embargo, ese no fue el comienzo de Fortnite.
El interrumpido comienzo de Fortnite
En realidad, Fortnite se reveló por primera vez el 10 de diciembre de 2011 en los Spike Video Game Awards, y el juego original se inspiró mucho en Gears of War, Minecraft y Left 4 Dead.
Inicialmente, la idea de Epic Games era crear algo “diferente y divertido”, por lo que decidieron desarrollar un juego de zombis PVE (juego contra entorno) cooperativo. Asimismo, incluía mecánicas de conseguir materiales, construir fuertes y sobrevivir a un apocalipsis, lo que eventualmente se convertiría en Fortnite: Save the World, el otro modo de juego disponible.
Epic Games admitió que el objetivo era crear un juego y llevarlo a las personas lo antes posible. En parte, por eso el juego tiene un estilo caricaturesco, además que así le daban mayor longevidad. Hacer un juego con gráficas realistas requería una cantidad inconcebible de tiempo y potencia, y eso lo tenía claro la compañía.
Posteriormente, en 2012 se confirmó que Fortnite sería un título exclusivo para PC, además de ser el primero en usar su motor de juego Unreal 4 y que finalmente se estrenaría en 2013. Sin embargo, como sucede con muchos juegos en los últimos años, Fortnite se retrasó y Epic Games anunció que el título se lanzaría como un juego gratuito en 2014.
Desafortunadamente, esa idea tampoco se concretó tal cual. La única forma en que se podía jugar Fortnite en 2014 era mediante una invitación al primer alfa cerrado en diciembre de ese año, con un alfa más accesible que llegaría en marzo de 2015. Luego, Fortnite desapareció por completo.
En 2016, Epic Games decidió dejar en segundo plano a Fortnite y centrarse en Paragon, un MOBA gratuito que en realidad nunca salió de la versión beta y terminó por cerrarse en 2018.
Pero llegó 2017 y la compañía por fin lanzó Fortnite: Save the World en julio de ese año en PC, PS4 y Xbox One, aunque en un formato de acceso anticipado pagado. Asimismo, los streamers tuvieron acceso previo al juego y en poco tiempo quedó claro que a los jugadores les encantaba el nuevo título.
Aun así, a Epic Games no le bastó con solo lanzar ese modo de juego. La compañía observó el mercado y notó que juegos como H1Z1 y PlayerUnknown’s BattleGrounds (PUBG) dominaban Steam y todo el género battle royale, así que decidió que quería formar parte de ese mercado también.
El exitoso Fortnite battle royale
Fortnite lanzó su nuevo modo battle royale de manera gratuita en septiembre de 2017 y, a diferencia de PUBG, llegó para PC, PS4 y Xbox One de manera simultánea, lo que lo llevó directamente a la cima.
Desde ese momento, Fortnite no ha hecho más que sumar y sumar jugadores. Los 30 millones de usuarios que se registraron en diciembre de 2017 aumentaron a 350 millones hasta mayo de 2020.
El éxito del juego se debe no solo a que es gratuito, sino también a que está disponible en la mayoría de las plataformas: Windows, Mac, PS4, PS5, Xbox One, Xbox One Series X|S, Nintendo Switch y los dispositivos móviles Android; en Apple estuvo disponible hasta agosto de 2020.
Fortnite fue retirado de la App Store porque Epic Games quiso implementar un sistema alternativo al de Apple en el juego, con el objetivo de que esta última no cobrara la comisión de 30 por ciento por cada transacción.
Además del factor multiplataforma, que tenga un estilo battle royale significa que la rejugabilidad es infinita, ya que cada partida es única. A eso se le agregan las mecánicas del concepto original de Fortnite: la construcción de fuertes, pero en este caso se realiza para protegerse de los otros jugadores, no de los zombis como en Save the World.
Por otro lado, a pesar de que la descarga del juego es gratuita, se anima a los usuarios a que compren contenido descargable (DLC) para mejorar la experiencia de juego. En realidad, ese contenido, que se adquiere mediante microtransacciones, es solo cosmético, así que los jugadores pueden optar por no consumirlo y jugar de manera gratuita por siempre.
Es posible que cualquiera que entre a Fortnite quede impresionado por la inmensa cantidad de atuendos y accesorios que tienen los jugadores allí. Se pueden ver usuarios con la apariencia de personajes de otros videojuegos y de series de televisión, deportistas y, por supuesto, superhéroes, gracias a las populares películas de DC y Marvel de los últimos años.
En 2019, el gasto de los usuarios de Fortnite en DLC en Estados Unidos alcanzó un promedio de $82 dólares. Las compras más comunes en el juego incluyeron actualizaciones de personajes y atuendos, así como de los planeadores que transportan a los jugadores al campo de batalla.
Asimismo, Fortnite ha sido anfitrión de varios eventos populares, como el de Thanos en 2018 y el de Galactus en noviembre de 2020 (ambos personajes de Marvel), y conciertos virtuales de artistas como Marshmello (2019), Travis Scott (2020) y Ariana Grande en agosto de este año.
Con todas estas características es difícil superar una experiencia de juego battle royale como la que ofrece Fortnite. Hay opciones más realistas y atractivas, como PUBG o Call of Duty: Warzone, pero ya que el título de Epic Games actualiza su catálogo de manera constante de acuerdo a las tendencias mundiales —como la reciente inclusión del Hombre Araña a raíz de su nueva película Spider-Man: No Way Home—, todo indica que Fortnite seguirá siendo el más popular del género por años.