Los protistas —organismos a menudo microscópicos y unicelulares— podría alimentarse de virus, según una investigación publicada en la revista Frontiers in Microbiology.
Al igual que los virus, los protistas viven en los océanos por miles de millones, y algunos absorben virus marinos, informó The New York Times.
Si se confirma esta afirmación, se derribaría un dogma centenario: los virus no solo causan enfermedades y extinguen la vida, sino que en algunos casos podrían alimentarla y mantenerla.
Un equipo dirigido por Ramunas Stepanauskas, ecólogo microbiano del Laboratorio Bigelow de Ciencias Oceánicas en la Universidad de Maine, inició el proyecto hace más de una década.
Inicialmente, tenía la intención de estudiar las preferencias alimenticias de los protistas marinos, muchos de los cuales devoran bacterias.
Los investigadores recolectaron muestras de agua del golfo de Maine y del Mar Mediterráneo y seleccionaron cerca de 1,700 protistas.
Tras repetidas rondas de análisis, los investigadores se sorprendieron y decepcionaron al descubrir que no habían encontrado mucho material bacteriano. En su lugar, había virus de todas las formas y tamaños.
Fue un descubrimiento extraño, comentó Julia Brown, microbióloga del Laboratorio Bigelow y primera autora del estudio. Pero ya en la década de los 90, los investigadores habían postulado que algunas especies protistas podrían ser capaces de cooptar virus como alimento.
Pero a pesar de los resultados alentadores, esa línea de investigación recibió poca atención en los años posteriores.
Lo que no está claro para los científicos es que si los virus son parte del plato principal del menú protista o solamente son una guarnición insignificante.
Creen que algunos protistas podrían comer virus ocasionalmente como parte de una dieta diversa, mientras que otros se alimentarían exclusivamente de ellos.
De acuerdo con Stepanauskas, existe un protista llamado picozoos que tiene un tamaño tan extremadamente pequeño —aproximadamente una trigésima parte del ancho de un cabello humano— que solo podría comer virus. “Es posible que no puedan consumir partículas más grandes”, señaló.
Curtis Suttle, ecologista microbiano que dirigió estudios iniciales sobre protistas que comían virus, sugiere que ciertos coanozoos también responden al patrón. “Los virus son fuentes nutricionales fantásticas”, aseguró.