Un fallo sin precedentes realizó un tribunal holandés que dictaminó que obligar a los empleados a encender la cámara web es una violación de los derechos humanos.
Todo tras el reclamo de un trabajador que fue despedido de sus funciones, luego de que se negara a estar nueve horas continuas conectado.
Cuando se negó, fue despedido, según documentos judiciales públicos (en holandés), por lo que la compañía declaró que era «negativa a trabajar» e «insubordinación». Sin embargo, el tribunal holandés no estuvo de acuerdo y dictaminó que «las instrucciones para mantener la cámara web encendida están en conflicto con el respeto a la privacidad de los trabajadores». En su veredicto, el tribunal llega a sugerir que exigir la vigilancia por webcam es una violación de los derechos humanos.
«No me siento cómodo siendo monitoreado durante 9 horas al día por una cámara. Esto es una invasión de mi privacidad y me hace sentir realmente incómodo. Esa es la razón por la que mi cámara no está encendida», cita el documento judicial cita la comunicación del empleado anónimo a la compañía Chetu. El empleado sugiere que la empresa ya lo estaba monitoreando, «Ya puede monitorear todas las actividades en mi computadora portátil y estoy compartiendo mi pantalla».
«El seguimiento a través de la cámara durante 8 horas por día es desproporcionado y no está permitido en los Países Bajos», encontró el tribunal en su veredicto, y además señala que este monitoreo va en contra de los derechos humanos del empleado, citando el Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales; «(…) la videovigilancia de un empleado en el lugar de trabajo, ya sea encubierta o no, debe considerarse una intrusión considerable en la vida privada del empleado (…), y por lo tanto [el tribunal] considera que constituye una injerencia en el sentido del artículo 8 [Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales]».