Comúnmente, los chimpancés son utilizados por los humanos como mascotas o bien son destinados a circos, zoológicos y distintos tipos de espectáculos.
Por supuesto, esto siempre se realiza en contra de su voluntad y esta cruel tendencia provoca graves daños a la salud de esta especie inocente.
Ahora, investigadores españoles han realizado el primer estudio científico en una especie no humana en el que se evalúa empíricamente el repertorio completo de trastornos mentales del que la medicina tiene registro.
En un artículo de El País, el investigador a cargo Yulen Úbeda, explica que nunca antes se habían medido de manera estadística todas las posibles enfermedades mentales en animales.
El trabajo, que fue publicado en Journal of Veterinary Behavior, concluye que existen nueve categorías principales de diagnóstico de trastornos mentales en chimpancés muy similares a los de los humanos.
¿Qué descubrieron?
En el estudio participaron 23 chimpancés que habían sido mascotas cuando más pequeños o habían “trabajado” en el ámbito del espectáculo (circos, programas de televisión, películas, turismo o videos de YouTube).
El resultado de la investigación fueron nueve categorías de trastornos mentales en chimpancés, muy similares a las que sufrimos los humanos:
- Trastornos relacionados con la ansiedad, el trauma y los factores de estrés
- Trastornos disruptivos, de control de impulsos y de conducta
- Trastornos depresivos
- Trastornos de ansiedad
- Trastornos del neurodesarrollo
- Trastornos bipolares
- Desórdenes desinhibidos
- Trastornos parafílicos
- Estrés postraumático y derivado del pasado
En el trabajo, los investigadores concluyeron:
«Este estudio sugiere que los chimpancés pueden exhibir trastornos similares a algunas de las principales categorías establecidas para los humanos como resultado de experiencias potencialmente traumáticas».
A raíz de los resultados, los autores explican que podrían servir para generar conciencia respecto a la necesidad de regularizar el trato hacia los chimpancés y animales rescatados y prohibir su participación forzosa en espectáculos.