Las imágenes de películas de terror o de suspenso generalmente suelen estar acompañadas de días oscuros, nubosos y con tormentas eléctricas, el cliché perfecto para generar miedo.
Lo cierto es que en Estados Unidos si estudiaron algo que puede generar susto sobre todo en los adultos mayores, ya que encontraron una correlación entre estos fenómenos y agravamiento en cuadros de salud.
En esta investigación, publicada este lunes 10 de agosto en JAMA Internal Medicine, los autores querían tener una idea más profunda de la posible conexión entre las tormentas eléctricas y el estado general del cuerpo. Pudieron recopilar datos meteorológicos sobre todas las tormentas eléctricas registradas en los EE UU entre enero de 1999 y diciembre de 2012 de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos y luego, cotejaron esa información con datos sobre visitas a urgencias a nivel nacional de personas mayores de 65 años en Medicare, específicamente por problemas respiratorios.
Lo que los científicos querían demostrar era cómo cuadros de afecciones preexistentes como asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) podían empeorar con las tormentas.
«En nuestro estudio, observamos un aumento modesto, pero real en el uso del departamento de emergencias para problemas respiratorios en los días que rodean las tormentas eléctricas, particularmente entre pacientes con asma y EPOC», dijo el autor del estudio Christopher Worsham, investigador, neumólogo y médico de cuidados intensivos en Harvard Medical School. «Entre los adultos mayores de 65 años en los Estados Unidos, estimamos alrededor de 52,000 visitas adicionales al departamento de emergencias relacionadas con la respiración durante los 14 años que estudiamos que fueron atribuibles a tormentas eléctricas».
Una de las teorías es que previo a una tormenta y durante ésta, muchos granos de polen de plantas y flores se desparraman con mayor velocidad por el aire, provocando estas afecciones.
Notaron que hubo aumentos notables en la temperatura y las partículas (contaminación del aire) poco antes de una tormenta. Por lo tanto, son estos factores los que probablemente tienen un mayor impacto en la salud respiratoria de las personas mayores con asma y EPOC, dijo Worsham.
El investigador por tanto, dejó un mensaje a la gente cuando vea que se avecina una tormenta eléctrica:
«Cualquier persona con asma o EPOC que típicamente tiene peores síntomas alrededor de las tormentas debe asegurarse de tomar sus inhaladores según lo prescrito por su médico de atención primaria o neumólogo», dijo. «Si sus síntomas no están bien controlados, deben informar a su médico».