El Parlamento francés aprobó en primera instancia un polémico sistema de verificación de edad para sitios de pornografía, siete meses después de que el presidente Emmanuel Macron se comprometiera a proteger a los niños contra este tipo de contenido.
La normativa otorga nuevas facultades al Consejo Superior Audiovisual (CSA), como se conoce al órgano regulador audiovisual francés, que podrá auditar y sancionar a las empresas que no implementen sistemas de verificación, consigna Politico.
El regulador contará con atribuciones para pedir a los operadores de telecomunicaciones que bloqueen el acceso a estos sitios desde Francia, si es que estos no implementan un mecanismo de verificación 15 días después de haber sido notificados por el CSA.
Debate por mecanismo
Aunque la elección de los mecanismos de verificación estará en manos de las plataformas, algunos parlamentarios comenzaron a presentar algunas propuestas, que van desde el uso de las tarjetas de crédito hasta el uso de un sistema de clave nacional estatal.
El sistema de verificación con tarjetas de crédito había sido adoptado en el Reino Unido, pero tuvo que ser abandonado a fines de 2019, debido a dificultades técnicas y problemas de privacidad.
Otros abogan por el uso de FranceConnect, una herramienta digital desarrollada por el Estado para que los ciudadanos se conecten con los servicios públicos, como el pago de impuestos o la obtención de algunos certificados.
De todos modos, el debate no solo se restringe a Francia. Italia aprobó una legislación similar en junio de 2020. Y en la Unión Europea crecen las voces que piden un mecanismo de identificación digital para todo el bloque, con el objetivo de evitar el ecosistema de Google o Facebook.
Medidas más amplias
La normativa que regula a los sitios de pornografía, que aún debe ser ratificada por el Senado, forma parte de una serie de medidas impulsadas por el presidente Macron para proteger a los niños del contenido para adultos en internet.
Según recuerda Politico, en enero de 2020 las compañías tecnológicas, los proveedores de servicios de internet y la industria del cine para adultos firmaron una carta voluntaria, comprometiéndose a implementar herramientas.