Una vez más la realidad supera la ficción, ya que un grupo de científicos estadounidenses diseñó el primer sujeto mitad robot mitad ser vivo capaz de reproducirse por sí mismo.
Conocidos como xenobots, estas quimeras están formadas por células vivas obtenidas de embriones de la rana de uñas africana (Xenopus laevis). Se trata de los primeros robots del mundo construidos por completo con células vivas.
“No son ni un robot tradicional ni una especie de animal conocida. Es una nueva clase de ser, un organismo vivo y programable”, explica Joshua Bongard, científico informático experto en robótica de la Universidad de Vermont, quien ha formado parte del proyecto.
Los xenobots se dieron a conocer en 2020, pero hasta ahora no habían sido capaces de autorreplicarse y generar nuevas versiones de ellos mismos. Para lograrlo, los investigadores extrajeron células cutáneas no modificadas genéticamente de renacuajos y las incubaron para producir organismos móviles y multicelulares, que se colocaron en una placa de Petri.
Los xenobots fueron capaces de nadar por la placa para encontrar células individuales y reunirlas (unas 50) en su boca. Cinco días más tarde, la recopilación de células se convirtió en un nuevo xenobot, capaz de nadar por sí mismo y de nuevo acumular más células para seguir reproduciéndose. “Con el diseño adecuado se autorreplican espontáneamente”, explica Bongard.
Este tipo de sistema reproductivo, llamado autorreplicación cinemática espontánea, se había visto con anterioridad en otras máquinas y modelos moleculares, pero no en sistemas multicelulares como los xenobots. De hecho, según los científicos que han coordinado el estudio, esta forma de perpetuación no se ha visto nunca antes en ningún organismo.