Un estudio reciente publicado en PLOS Biology en un grupo de investigadores del Centro Médico Albany, en el norte del estado de Nueva York. implementaron con éxito tecnología que recreó Another Brick in the Wall, Part 1 de Pink Floyd utilizando únicamente la actividad cerebral.
Utilizó una técnica conocida como reconstrucción de estímulos y se basó en innovaciones anteriores que permitieron a los investigadores recrear una canción similar a la que una persona había escuchado.
Los 29 participantes tenían epilepsia farmacorresistente y rejillas intracraneales o tiras de electrodos que habían sido implantados quirúrgicamente para ayudar en su tratamiento. Los investigadores utilizaron estos electrodos para registrar la actividad en múltiples regiones auditivas de los cerebros de los individuos que procesan aspectos de la música como las letras y la armonía.
Los científicos utilizaron IA para analizar y luego crear una copia de las palabras y sonidos que los participantes habían escuchado.
La experiencia auditiva involucró principalmente el lado derecho de los cerebros de los participantes, principalmente en el giro temporal superior y especialmente cuando absorbieron música única. También hubo un pequeño nivel de estimulación en el lado izquierdo del cerebro. Los investigadores descubrieron además que un punto en el lóbulo temporal del cerebro se encendió cuando las notas 16 de la guitarra rítmica sonaron mientras la canción sonaba a 99 latidos por minuto.
Este hallazgo podría proporcionar más información sobre el papel que desempeña esa área en el procesamiento del ritmo. También podría ayudar a restaurar a las personas que han perdido su capacidad del habla, a través de afecciones como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).