Las poblaciones de abejas en el mundo se encuentran en una situación crítica debido a las distintas actividades humanas.
Para los científicos y profesionales de la conservación, se vive una verdadera carrera contra el tiempo donde todo sirve con tal de salvar a estos importantes insectos.
Afortunadamente, la ciencia encontró una manera de protegerlas o al menos de evitar que desaparezcan en un futuro cercano.
Un estudio realizado por la Universidad de Cornell descubrió que la planta Cannabis Sativa puede atraer a 16 especies de abejas y, entre más grandes sean las plantas, mayor diversidad de visitantes tendrán.
Si bien no tienen néctar, las abejas son atraídas por la importante cantidad de polen que produce el cáñamo (nombre que reciben la variedad de plantas Cannabis).
Al mismo tiempo, y de acuerdo con la investigación, la altura de la planta también desempeña un papel importante y estaría relacionada con la abundancia de las abejas: aquellas que miden dos o más metros son capaces de atraer una mayor cantidad de abejas en comparación con las plantas más pequeñas.
El estudio también ha determinado que incluso en periodos de escasez floral, el cáñamo puede producir la suficiente cantidad de polen como para nutrir a una diversa comunidad de abejas.
Es así como el cáñamo puede llegar a representar una importante fuente de alimento para los insectos y una ayuda en la polinización de los cultivos.
«Con el incremento de su cultivo, productores, dueños de tierras y fabricantes de políticas deberían considerar el valor del cáñamo para la comunidad de abejas, y tomar en cuenta su atractivo al desarrollar estrategias de control de pestes», señala el estudio.