En Polonia, un equipo de investigadores busca luchar contra la contaminación con un cañón que dispara ondas sonoras al aire. La idea es dispersar el esmog hacia partes más altas del cielo.
Polonia es uno de los países más contaminados de Europa, y el esmog arrecia en el invierno, cuando los pobladores utilizan calentadores para resguardarse del frío. Durante esta época del año, las temperaturas pueden descender hasta los 3 grados Celsius (unos 26.6 grados Fahrenheit).
El cañón se prueba en la localidad de Kalwaria Zebrzydowska, al sur del país, y a grandes rasgos es una estructura metálica de forma cónica que se monta sobre un contenedor industrial del mismo material.
Este aparato, desarrollado por ingenieros de la Academia de Minas y Metalurgia de Cracovia, envía un choque vertical hacia arriba producto de la combustión de una mezcla de acetileno y aire.
“Esta onda proyecta el aire contaminado hacia arriba”, dijo a la agencia AFP Dominik Grybos, uno de los inventores del cañón que dispara las ondas cada seis segundos.
Las ondas dispersan las partículas contaminantes PM 2.5 y PM 10. La nomenclatura PM se refiere a su tamaño, que se miden en micras. Las partículas PM 2.5 (diámetro menor a 2.5 micras) son las más peligrosas, pues al ser inhaladas pueden alterar el sistema respiratorio y provocar enfermedades que incluso pueden ser mortales.
Por supuesto, su uso genera un ruido que no pasa inadvertido por los habitantes que, sin embargo, ven con buenos ojos la iniciativa.
“El esmog aquí es muy fuerte y huele demasiado mal. Si el cañón nos va a ayudar, que lo prueben”, dijo una habitante de Kalwaria Zebrzydowska a la agencia AFP.