Una situación bastante inusual es la que parece haber descubierto la astronomía, ya que en un artículo en la revista ‘Nature Geoscience’, indica que en Plutón existe un océano que es parte de un origen caliente que contrasta con la visión tradicional de los orígenes del planeta como una bola de hielo.
El estudio sostuvo que en la formación de Plutón se pudieron haber acumulado muchos materiales para la generación de calor, los que habrían formado este inmenso mar subterráneo bajo la corteza gélida.
«Durante mucho tiempo, las personas han pensado en la evolución térmica de Plutón y la capacidad de un océano para sobrevivir hasta nuestros días», recuerda el coautor Francis Nimmo, profesor de ciencias de la Tierra y planetarias en la Universidad de California en Santa Cruz. «Ahora que tenemos imágenes de la superficie de Plutón de la misión New Horizons de la NASA, podemos comparar lo que vemos con las predicciones de diferentes modelos de evolución térmica», añadió.
El primer autor y estudiante graduado de la UCSC, Carver Bierson, se refirió además a la existencia de este océano.
«Si comenzó a enfriarse y el hielo se derritió internamente, Plutón se habría contraído y deberíamos ver características de compresión en su superficie, mientras que si comenzó a calentarse debería haberse expandido a medida que el océano se congeló y deberíamos ver características de extensión en la superficie. Vemos mucha evidencia de expansión, pero no vemos evidencia de compresión, por lo que las observaciones son más consistentes con Plutón comenzando con un océano líquido», sostuvo.
Las dos principales fuentes de energía en esta formación planetaria serían el calor liberado por la descomposición de elementos radiactivos en la roca y la energía gravitacional liberada a medida que el nuevo material bombardeaba la superficie del protoplaneta en crecimiento.
«Cómo se formó Plutón en primer lugar es muy importante para su evolución térmica» agregó Nimmo. «Si se acumula muy lentamente, el material caliente en la superficie irradia energía al espacio, pero si se acumula lo suficientemente rápido, el calor queda atrapado dentro».