Los trucos más difíciles de los magos podrían tener que ver con una técnica bastante básica para desconcertar a la audiencia: parpadear mucho.
Así al menos lo indica un experimento, publicado en la revista Psychology of Consciousness: Theory, Research, and Practice. «Los investigadores sugieren que esta táctica puede usarse para fomentar el parpadeo sincronizado en la audiencia, por lo que es más probable que los espectadores se pierdan acciones engañosas».
«Antes de ser científico, era un mago profesional», explicó Anthony S. Barnhart, profesor asociado y catedrático de Ciencias Psicológicas en Carthage College. «Mis experiencias como intérprete mágico me mostraron cuán falible puede ser la percepción humana y la memoria, por lo que como psicólogo recurro con frecuencia a los magos como fuente de ideas sobre la mente que aún no se han probado. Al aprender magia, me advirtieron sobre la tendencia de los magos a parpadear mientras realizaban prestidigitación en un entorno de ensayo ante un espejo, cegándose así a cualquier evidencia de su competencia (o falta de ella) con la acción engañosa.
«Decidí buscar evidencia empírica de este comportamiento después de leer detenidamente la literatura sobre el autoengaño y darme cuenta de que la evidencia para apoyar la existencia de un autoengaño profundo (donde una persona conoce la verdad y empuja activamente esa verdad fuera de su conciencia) era escasa. Si hubiera encontrado evidencia de este comportamiento parpadeante en los magos, habría sido una de las primeras pruebas sólidas de un profundo autoengaño en la literatura».
Los investigadores analizaron las imágenes de cada actuación e identificaron fotogramas durante los cuales los magos practicaban prestidigitaciones de mano (fotogramas experimentales) o no participaban en prestidigitaciones de mano (marcos de control). Luego codificaron estos marcos, anotando si los ojos de los participantes estaban abiertos o cerrados. Finalmente, realizaron un análisis para ver si el parpadeo de los ojos de los participantes difería en función de la condición (ensayo vs. rendimiento) y el tipo de fotograma (experimental vs. control).
Los hallazgos revelaron que los magos aumentaron su parpadeo en momentos en que practicaban actos de engaño (es decir, dentro de marcos experimentales). Sin embargo, contrariamente a la hipótesis de los investigadores, esto solo era cierto en la condición de actuación, cuando los magos estaban realizando el truco para una audiencia de video. Otra evidencia reveló que los magos parpadeaban con más frecuencia cuando realizaban los actos de engaño más difíciles, lo que sugiere que sus tasas de parpadeo aumentaron con el esfuerzo cognitivo.
En particular, el parpadeo de los ojos tiende a ocurrir durante los momentos en que la información visual es escasa. Si un mago aumenta su tasa de parpadeo, esto podría indicar a la audiencia que no hay nada importante que ver.