El lugar astronómico más antiguo del mundo es Nabta Playa, un conjunto de círculos de piedras que tiene 7,000 años de antigüedad.
Los habitantes del continente africano utilizaban este monumento para registrar el solsticio de invierno y verano, además de registrar la fecha exacta de la llegada de los monzones.
Según informó Astronomy, este calendario de rocas fue ocupado por las antiguas civilizaciones para entender los fenómenos climáticos, además de observar cómo se comportaban las estrellas y la influencia que estas tenían en el paso del tiempo.
Nabta Playa es un megalito prehistórico construido en piedra que ha sido elegido por los investigadores como el más añoso del planeta. Supera a la más famosa de estas estructuras construidas por las antiguas civilizaciones, Stonehenge.
Su ubicación es en África, aproximadamente a 1,126 al sur de la Gran Pirámide de Egipto Giza, y se lleva el récord la primera estructura de este tipo construida por los humanos.
Los expertos lo han nombrado como «el observatorio astronómico más antiguo del planeta». Aquellas civilizaciones tenían un culto especial a las estrellas, debido a que eran nómadas y se guiaban mirando el cielo al trasladarse.
Según palabras del profesor emérito de la Universidad de Colorado Mckim Malville, “este lugar fue el primer intento de los seres humanos de hacer una conexión seria con los cielos y creemos que fue el comienzo de la astronomía observacional”.
En lo que respecta a su descubrimiento, en 1960 Egipto estaba planeando un proyecto que construiría una represa en el Nilo, que tendría como efecto secundario la inundación de diversos lugares históricos.
A raíz de esta situación, intervino la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Sin embargo, no fue hasta 1973 que un investigador llamado Eide Mariff encontró los megalitos de Nabta Playa mientras hacía una excursión por el Sahara.
En una primera instancia el experto creyó que el hallazgo era una formación natural, pero con el paso de los años comprendió que las rocas estaban alineadas con las estrellas de una manera misteriosa.
Posteriormente, los científicos no han dejado de realizar estudios en la zona, para comprender cómo las antiguas civilizaciones podían guiarse a través de estas rocas, que los ayudaron a entender las condiciones meteorológicas, cuidar el ganado y tener un conocimiento mayor de las estrellas.