Entre las personas más afectadas por el COVID-19 están los adultos mayores, no solo porque pueden contraer la enfermedad, sino por el aislamiento que han provocado las cuarentenas. Con la pandemia, ha sido difícil para ellos comunicarse o ver a sus seres queridos.
Por esa razón, la empresa japonesa Takara Tomy desarrolló una muñeca con inteligencia artificial (IA). Se llama Ami-Chan y pretende mantener activos y acompañados a los adultos mayores con conversaciones y múltiples funciones.
La muñeca cuenta con un chip de reconocimiento facial para identificar a las personas y, con su inteligencia artificial, es capaz de desarrollar una personalidad y variar sus reacciones y diálogos dependiendo del contacto que se tenga con ella.
Asimismo, Ami-Chan integra un calendario, por lo que puede tener conversaciones de acuerdo con la estación o época del año en la que esté, o incluso hablar sobre los cumpleaños agendados.
La muñeca también puede proponer comidas saludables, cantar y decir trabalenguas, que son actividades capaces de estimular determinadas zonas del cerebro y prevenir el deterioro por la edad. Cuenta con un vocabulario de 1,600 palabras, 40 canciones y 53 trabalenguas.
A pesar de que nada puede reemplazar a una persona real, la idea de la muñeca es que sea lo más parecido a una. Es por eso que su apariencia simula la de una “nieta pequeña” y, de hecho, su voz es la de una niña, no la de un robot. Además, Ami-Chan mide 30 cm y está hecha de un material resistente para que sea fácil de sujetar y abrazar.
Ami-Chan, que solo utiliza cuatro pilas tipo C, forma parte de la línea de productos comunicativos de Takara Tomy, Omnibot. Se lanzará inicialmente en Japón el 27 de agosto y costará 27,500 yenes ($250 dólares).