Unas diminutas criaturas marinas son las protagonistas de un comportamiento sexual tumultuario que bien puede ser calificado como frenético. Se trata de los teredos, conocidos de manera común como gusanos de la madera o bromas, y hablamos de ellos porque un grupo de investigadores de la Universidad de Portsmouth, en Inglaterra, grabó una orgía en la que el tamaño importa.
Cuenta el doctor Reuben Shipway, quien se dedica a estudiar a estos moluscos, que en un día ordinario miró hacia el acuario objeto de sus estudios y observó una estela de líquido cremoso. “Sabía que eran huevos y esperma”, contó en un comunicado difundido por la Universidad de Portsmouth.
Intrigado, fijó la mirada y encontró una orgía en la que varios utilizaban sus sifones –tentáculos que para fines sexuales equivaldrían al pene y la vagina de los mamíferos– para inseminarse, diseminar su esperma e incluso luchar entre sí, alejando o acercando otros sifones para copular.
Los gusanos de madera son moluscos bivalvos de cuerpo blando conocidos por alimentarse de madera sumergida, dieta que les ha traído la mala fama de ser devoradores de barcos y muelles. Cuando hallan un buen pedazo lo habitan, de modo que rara vez se asoman de ella… hasta que de copular se trata.
Durante el sexo, sus sifones salen en busca de otros para soltar su esperma. Una vez que encuentran uno, se entrelazan para iniciar la transferencia. En el proceso, algunos intercambian esperma o expulsan el de otros. Todo este comportamiento fue grabado por el doctor Shipway.
“Es un comportamiento reproductivo raro y sofisticado, con peleas entre rivales sexuales, jaloneos y empujones para acercar o alejar parejas tan lejos como sea posible”, cuenta Shipway.
El investigador relata que en el pedazo de madera observado, 74 de los 79 gusanos se involucraron en la orgía. Además, explicó que debido a que estos moluscos crecen de manera rápida, con seguridad aquellos con sifones más largos tienen ventaja durante la reproducción.
A la mala fama de estos gusanos ahora se suma su frenético comportamiento sexual. Sin embargo, son más que eso.
Los investigadores señalan que estos organismos juegan un rol importante en el ciclo de carbono oceánico. De igual manera, estudios recientes sugieren que sus bacterias podrían ser clave en la fabricación de nuevos medicamentos en la lucha contra la resistencia de antibióticos, además de que sus enzimas tienen un alto potencial en la creación de biocombustibles.