A través de los años, las investigaciones científicas nos han entregado varios detalles sobre los dinosaurios; prácticamente conocemos (o creemos conocer) todo sobre ellos.
Sin embargo, por primera vez en la historia, un equipo de científicos de la Universidad de Bristol, el Reino Unido, ha descrito y logrado reconstruir la cloaca de un dinosaurio; es decir, la apertura usada para defecar, orinar y reproducirse.
Los investigadores han descrito la primera región cloacal de un pequeño dinosaurio del tamaño de un labrador llamado Psittacosaurus y la han comparado con los respiraderos de los animales vertebrados que viven en la actualidad.
De acuerdo con el estudio publicado en Current Biology, la cloaca exhibe características similares que recuerdan a los cocodrilos, precisamente los parientes vivos más cercanos de los dinosaurios.
Los márgenes exteriores de la cloaca están muy pigmentados con melanina. Según los autores, esta pigmentación le proporcionó al respiradero una función de exhibición y señalización.
Las aves son uno de los pocos grupos de vertebrados que exhiben señales visuales de la cloaca; ahora los científicos han conseguido extender esta función hasta los ancestros de los dinosaurios mesozoicos.
“Como paleoartista, ha sido absolutamente asombroso tener la oportunidad de reconstruir una de las últimas características restantes de las que no sabíamos nada en los dinosaurios”, explica Robert Nicholls, de la Universidad de Bristol.
“Saber que al menos algunos dinosaurios se comunicaban entre sí les da a los paleoartistas una emocionante libertad para especular sobre una gran variedad de interacciones ahora plausibles durante el cortejo”, agrega.