La movilidad del pulgar le pudo haber dado a los humanos una ventaja decisiva en la evolución.
Un estudio llevado a cabo por la Universidad Eberhard Karls de Tubinga (Alemania), afirma que esto hizo posible la fabricación de mejores herramientas, lo que llevó a ampliar el espectro de los alimentos.
De acuerdo con la investigación, publicada en Current Biology, este desarrollo pudo haber comenzado hace unos dos millones de años.
En el trabajo, el equipo se basó en huesos fósiles del pulgar, además de la elaboración de un modelo virtual para calcular la destreza y la agilidad manual de varias formas humanas por primera vez.
Los paleoantropólogos descubrieron que el Australophitecus ya extinguido fabricaba y usaba herramientas de piedra, pero carecía de destreza parecida a la de los humanos con el pulgar, lo que limitaba su capacidad para fabricar herramientas.
Sin embargo, según los investigadores, un par de fósiles de pulgares de unos dos millones de años de antigüedad procedentes de Sudáfrica, mostraron una agilidad y una potencia equiparables a las de los pulgares de los humanos modernos.
“El aumento de la destreza manual en forma de oposición eficiente del pulgar fue una de las primeras características definitorias de nuestro linaje, que proporcionó una formidable ventaja de adaptación a nuestros antepasados”, explica Katerina Harvati, de la Universidad Eberhard Karls de Tubinga.
“Es probable que sea un elemento crucial que subyace al desarrollo de la cultura compleja durante los últimos 2 millones de años, dando forma a nuestra evolución biocultural”.
Los investigadores esperan ahora estudiar algunos grupos específicos, como los neandertales, para descubrir de forma certera los detalles de su destreza manual y cómo se pudo haber diferenciado de los humanos modernos.